El Cambaral en Valdés

La verdad... nos quedamos con las ganas de haber comido allí. El camarero muy amable y atento. Divide dos zonas... una terraza cubierta dentro del propio local con adornos maritimos pero muy pulidos y el Bar-Restaurante del interior. El establecimiento se matiza muy bien con el edificio... no parece ni un lugar dónde poder comer. El mini de bacon con queso muy bueno y tierno... Desde la terraza puedes disfrutar de las vistas al puerto y al río Negro. Sin duda lo tendremos en cuenta para futuras visitas.

Buen ambiente: moderno pero cálido y acogedor. Justo en el río con vista. Abierto a las 10 a. m. (al menos los sábados) para tomar café y croissants. Los horarios de apertura indicados son probablemente para servir comida: almuerzo y cena.

Un buen sitio para hacer un alto,con un servicio muy amable.

Nos atendió fenomenal, la comida muy buena y buena relación calidad precio, lo recomiendo.

Fuimos con nuestros perros a visitar Luarca y no hubo problema. La comida muy buena la carne de la hamburguesa espectacular, la croquetas muy ricas y el arroz con leche también . Amables ,rápidos y buen precio. Volveremos otro año

La camarera era súper amable y eficaz. El surtido de croquetas estaba buenísimo y la merluza en salsa verde también muy sabrosa.

Muy buena comida clásica asturiana. Sin grandes pretensiones pero muy bueno todo lo que ofrecen y bastante abundante.

Una experiencia estupenda, recomendable al 100% Su dueño y Andrea, dos personas que valen para regentar cualquier tipo de establecimiento por su amabilidad, buen hacer y su atención para el cliente esté a gusto. Las veces que hemos estado siempre hemos salido contentos con el menú y el trato cercano. Esta semana estuvimos en dos ocasiones por queríamos despedirnos de ellos. Una pena que no sigan con el bar, pero toca comenzar una nueva andadura. A disfrutar de la nueva etapa! Muchas gracias por todo Ana Carmen

Fuimos 2 personas sin reserva y nos consiguieron una mesita alta cerca de la barra. Recomiendo reservar con antelación. Un sitio con solera y autenticidad al lado del puerto, parece que estés dentro de un navío (en el hall hay reproducciones de muchos barcos). Comida muy sensata a precios asequibles. Comimos una ensalada de tomate, anchoas y pulpo (de Luarca). Todo excelente. Primero acompanados de cerveza de barril y después con vino. Junto las recomendaciones y el trato que nos dió Andrea en la comi, nos hizo reservar sin dudar para volver a cenar en el mismo lugar. Volvimos por la tarde/noche y ya probamos sus excelentes zamburiñas y su genial fabada ( muy sabrosa, nada pesada, nada grasienta y muy abundante, cómo no!). También pulpo de la zona (pequeño pero por ello más sabroso) con vino que no recuerdo el nombre pero sí la botella (blanca, bonita, recomendacion de Andrea), arroz con leche exquisito, copazo black label y chupitos de crema de orujo, que nos ofrecieron como detalle. Es conocida la amabilidad de la gente asturiana, pero el trato que recibimos en el Cambaral lo llevaremos siempre como referencia de cómo un lugar crece más por sus personas. Con ansias de volver a probar lo que no pude.

Llegar a este lugar fue todo un acierto, era la primera vez que íbamos y nos encantó. Tanto las camareras como el dueño fueron muy amables y atentos, nos dejaron pasar con nuestra perrita y la comida estaba muy rica, nosotros nos pedimos solomillo con salsa a la pimienta y estaba buenísimo. Gracias, volveremos.