El Callejon De Alvarez Gato en Madrid

Para empezar está reseña, me gustaría remarcar que es un lunes por la noche y al entrar el sitio ya estaba bastante lleno, lo cual denota que el local es de agrado para la gente que viene a degustar su increíble comida y su buen ambiente nada más entras por la puerta. Para continuar no puedo dejar una reseña sin centrarme en el buen trato al cliente, durante toda la experiencia tuvieron una amabilidad impecable tanto el jefe del restaurante como sus empleados pero he de remarcar lo agusto que nos hizo sentir durante la cena el camarero Manuel, sus comentarios y sus formas nos amenizaron muchísimo más la experiencia e hizo que fuese de 10, tanto es así que aunque fuimos con una caja de esperiencias por pura casualidad, nos enamorase el sitio y quisiéramos volver y repetir muchas veces más si duda. Felicitamos a todo el equipo del restaurante y esperamos que os vaya bien durante muchísimos años más. Volveremos a vernos muy pronto!!! ;)

La comida espectacular, el sitio super acogedor, y el trato del personal de 10 , en especial el de Manuel , volveremos sin dudarlo!

El mejor sitio para ir de Madrid. Creo que es mi restaurante favorito por excelencia. Lo mejor el rabo de toro, el steak tartar y el postre: brownie. 10/10

Lugar muy recomendable para comer, cenar o tomar algo. La atención es muy agradable y la decoración muy bonita. Probamos el humus, risotto, pulpo y chipirones. Todo muy rico, con buenas cantidades y a buen precio.

Muy ricos los caramelitos de langostinos y el bacalao al pil pil

La comida está deliciosa y Manolo es un auténtico fuera de serie. ¡Volveremos seguro!

Sitio tranquilo de comida interesante y atención sublime. El sitio es un poco oscuro por lo que no recomiendo con niños, pero es íntimo y la atención ha sido genial. La comida está buena y hay configuraciones algo extrañas aunque se disfrutan.

El callejón de Álvarez Gato es un maravilloso local que podemos encontrar en este, nuestro barrio de Ciudad Lineal. La verdad es que no había estado nunca y ha sido una experiencia completamente que te llena, no solo la tripa por la comida, también de un modo sensorial y mental. Para empezar, el local es maravilloso: la primera parte del mismo está decorado como si fuese un pub inglés, una maravilla. Este ambiente no te anticipa nada de lo que te espera en el salón (yo iba a ciegas sin haber visto nada antes) El salón es increíble, las paredes son de piedra y es super acogedor. Para mí, emula una mezcla entre una bodega antigua de pueblo con un poquito de estación de tren, también de índole antigua. El camarero es súper simpático y cercano, ayuda mucho a meterte en el ambiente del sitio y a elegir la comida que se va a ajustar mejor a tu gusto y a la cantidad que vas a comer. La carne, pedimos un steak tartar y unas milhojas de rabo de toro, estaba super tierna y deliciosa. En cuanto al pescado estaba súper fresco y de buena calidad. Pedimos unos chipirones con cus-cus al pesto. Me estalló la cabeza al verlo y después al probarlo, jamás se me hubiese imaginado cocinar el cus-cus así y la verdad es que casaba muy bien con los chipirones. También pedimos unas mini hamburguesas para probarlas, la carne se deshacía en la boca y la salsa, un poco picante, estaba deliciosa. Además, de postre pedimos un trozo de tarta de queso de cabra y era una auténtica gozada, con estos postres entiendo la expresión japonesa que dice que siempre hay que dejar un huequito para el postre. ¡Os recomiendo encarecidamente ir!

Para repetir, nos sorprendió muy gratamente, lugar imprescindible para ir a comer en Madrid, atención exquisita y comida espectacular, muy recomendable.

Servicio, comida, ambiente.. etc. Todo excelente. Es una apuesta segura. Recomiendo los tallarines y el lomo de vaca.