El Café del Centro en Barcelona

Fantástica ubicación. Buena gente. Cultura, servicio social, refugio del calor... Sólo pediría que no se dejara fumar en el jardín. ¡Si se convierte en un espacio libre de humo ya será perfecto!

Este centro cívico de Can Deu tiene mucho movimiento de camareros, afortunadamente ahora es bastante bueno, gente joven, catalanes, rápidos, correctos. El sitio es ideal. Tú mismo tienes que pedir en el mostrador y sírvete y recoger la bandeja. No tienen cocina sólo una plancha para hacer bikinis; ofrecen bocadillos de atún, embutidos o tortilla y aceitunas, berberechos o mejillones. Un bar en una gran casa con terraza discreta y bonita. ¡Un bocadillo con una cerveza bien fresca y un buen café te hacen revivir! ¡Salud!

Un remanso de paz en la ciudad: antigua finca de finales del siglo XIX, con arquitectura modernista y detalles decorativos como ventanales de colores, mosaicos y columnas de mármol. Reconvertida en centro cívico en 1986 por el Ayuntamiento de Barcelona, su principal atractivo es la cafetería con terraza-jardín interior, ideal para tomar un café, vermut o refresco, rodeado de árboles, una fuente y un ambiente de pueblo en medio de la ciudad.

Lo mejor es la GRAN terraza que tienen, es preciosa, hay bastante gente pero también espacio, ideal para tomar algo fuera

Camareros ok, comida ok, terraza ok, fútbol ok, bar limpio. Toda vida aquí. Buen ambiente grupos y familia. Xupitos no recomiendo.

Un espacio precioso! Tanto si quieres disfrutar de su programación (destacan los conciertos de jazz) cómo si simplemente quieres admirar su edificio, es uno de los lugares más emblemáticos de esta zona de Barcelona, y fuera de cualquier recorridos turístico. Su terraza, en la parte trasera, con acceso por Vilamur, es un verdadero encanto.

Entorno arquitectónico y urbano atractivo, en la plaza de la Concòrdia. Una plaza situada en el corazón del barrio de Les Corts, siempre muy concurrida en días festivos y fines de semana. El centro tiene espacios adecuados para reuniones de hasta unas 50 personas, pero no es barato: cerca de 400 € por 4 horas, un sábado por la tarde y no permiten bebidas alcohólicas, ni disponen de neveras adecuadas en la sala. La única que nos cedieron, estaba en un sótano, era insuficiente, estaba sucia y no tenía rejillas separadora. Es decir, tuvimos que llevar unas de camping y preveerlo con antelación. Personal amable y flexible. La sala muy bonita y los medios de proyección y pantalla correctos

El sitio es espectacular. La arquitectura es icónica. Lo único que objetar es que siempre está abarrotado y con mucho jaleo para tomar algo

Magnífico lugar lleno de historia con una arquitectura muy hermosa. La terraza escondida es muy agradable. Una pequeña pepita en Barcelona.

El bar está muy bien y el jardín es muy agradable. Lástima que tengas que levantarte a pedir cada vez, pero es un gran lugar para pasar un rato.