El Bufet del Victòria en Caldes de Montbui

Céntrico con un Spa de agua muy caliente y agradable

La habitación era grande y la cama cómoda. Hay una terraza sencilla fuera de la ventana y la vista es muy bonita y cómoda. Es un edificio antiguo, por lo que puedes escuchar ruidos de otras habitaciones y pasillos durante el día, pero por la noche es muy tranquilo por lo que no te molesta. Era un poco incómodo que la ducha tuviera poco flujo y presión de agua y que no hubiera hervidores eléctricos, tazas, bolsitas de té, pañuelos de papel ni zapatillas. Pensé que eran necesarias zapatillas para ir al spa. Se proporcionan champús y secadores de pelo. La máquina expendedora del vestíbulo parece estar rota y las monedas que introduzcas te serán devueltas. Hay un supermercado cerca así que deberías conseguir tus bebidas allí. (Tenga en cuenta que no hay refrigerador en la habitación) Lo más importante de las aguas termales es que no "fluyen directamente de la fuente" como las aguas termales japonesas, sino que circulan y se filtran (o circulan parcialmente) utilizando desinfectantes a base de cloro, pero la calidad de las aguas termales es rica en calcio La alta temperatura de la fuente y la abundancia de agua produjeron un frescor que me hizo arrepentirme de llevar traje de baño. Hay siete bañeras (una de las cuales es un baño frío) con temperaturas variables que van desde 37 ℃ a 42 ℃, para que pueda elegir la bañera de su preferencia. El ambiente recuerda a los baños romanos. Las aguas termales son potables y se puede sentir el aroma de las hierbas y de minerales como el calcio. También me gustaría añadir que si hace buen tiempo se puede disfrutar de un cielo estrellado por la noche. Pude ver claramente la gran nebulosa en la constelación de Orión. Necesitamos comodidades modernas, pero no queremos perder el ambiente propio de la ciudad histórica y del hotel. No creo que todo tenga que ser urbano o moderno. Creo que es importante lograr un equilibrio entre la antigüedad en el buen sentido, donde se puede sentir la historia, y el confort moderno.

Una experiencia unica, balnerio antiguo mezclado con cocina moderna un descanso para el alma.

Hemos estado muy bien y muy contentos con todos los servicios que ofrece el hotel (menú degustación de cena, cielo y desayuno). ¡Para repetir!

El spa es muy bonito y muy relajante lo Recomiendo, el hotel es tranquilo y se duerme muy bien En cuanto a la restauración lo veo un poco cara por la cantidad y las raciones muy pequeñas

Balneario reformado que mantiene el antiguo carácter en algunas partes del edificio. Las habitaciones reformadas están muy buen y son cómodas. Me gustó mucho el balcón y la vista a las montañas. La comida está buena y siempre se pueden pedir platos a la plancha, que preparan los cocineros al momento. El bufete es variado y encontré que habían muchos platos vegetarianos, ensaladas, verduras, pasta con verduras, ensaladas de quinoa. El espacio Cel es muy agradable y tiene un ambiente relajante. La piscina exterior es bonita y el acceso es gratis.

Buena relación calidad precio. Amplia ducha, cama cómoda. Hemos disfrutado de la sala de lectura/juegos.

Me regalaron un masaje con chocolate y el tratamiento y la masajista en sí fue muy bien, pero la falta de acompañamiento de las recepcionistas del hotel y de la chica de la entrada del spa hacen que me replantee el no volver. Me sentí como la pelota que pasan los niños cuando juegan.

La mejor estancia de mis últimas y con diferencia. Si las estrellas se dieran con mi criterio, tendría 6: personal amabilísimo, instalaciones impecables, muy buena restauración y fabuloso spa. Recibes lo que pagas, y esto es muy tal y como están las cosas actualmente.

Si no vas con niños el comedor, muy bien, con niños mejor no ir