El Bohio en Illescas

El servicio, la atención, la comida!!!! Espectacular. Me costó convencer a mi chica para ir a comer Al Bohio, y lo disfrutamos los 2, de verdad, increíble . Solo un pequeño pero, entiendo que Pepe estará cansado de salir a saludar a los comensales, de verdad que lo entiendo. Entonces igual es mejor no salir, a salir con esas formas tan desagradables. Lo digo con mucho respeto, y con cariño Muchas gracias. Espero poder volver a disfrutar de El Bohio!!!!

Un poco solitario, la comida es a mi entender magnífica, pero para una cena, el menú me pareció demasiado cargado de cosas potentes, como morcilla, escabeches, etc. Como experiencia es agradable.

Perfecto, no se puede poner ni un pero, ya me imaginaba que sería impecable la experiencia y así fue. Creatividad, calidad, servicio. Todo excelente. Por cierto pensaba que estaba más lejos Illescas y que va, 25 minutos desde el Ensanche de Vallecas.😜

Sabía que iba a comer muy bien pero las expectativas se han quedado cortas ante la calidad, sin excepción, del menú de temporada que hemos tomado. No te pierdes en los diferentes ingredientes de los platos al complementarse perfectamente. Un claro ejemplo de que no hay que rizar el rizo para conseguir un gran resultado y saber qué estás tomando. La presentación de los platos muy conseguida así como el servicio, profesional y al tiempo amable. Sólo queda volver otra vez.

Memorable experiencia! Desde que era pequeña en Cuba y veia Masterchef me imaginaba como sería comer en el restaurante de Pepe. Excelente servicio y la comida alucinante. Super recomendado le doy 3 estrellas (michelín 😃).

No son claros con los precios. Al menú tradicional (corto en cantidades) se le añade una tapa de callos para saciar bien cobrada, más los servicios de pan, agua, el café no está incluido en menú aunque da a entender que sí. Todo muy rico y todo lo que quieras, el flan del postre me ha hecho creerme el crítico de Ratatuille en la escena final, pero no son claros con los precios ni con las cantidades. Y el servicio no falla, pero camareros canturreando entre las mesas y otros arrastrando los pies devuelven una sensación de desgana importante, aunque no fallan. Que luego sale Pepe a hacerse la foto, bueno, habrá quien lo valore y quien vaya al restaurante a hacerse la foto y me parece genial. Pero a nosotros no nos compensó las sensaciones descritas.

Nos encantaron todos los platos, no defrauda ninguno y además pudimos saludar a Pepe que fue muy agradable con todo el mundo al final del servicio. Totalmente recomendable, lo único que cambiaría serían los postres del menú que por cuestión de gustos no fueron de mi agrado, nos gustaron más las mini tartitas que ponen con los cafés, pero es sólo por apetencias particulares, no tienen ninguna pega. Todo increíble.

Teníamos muchas expectativas puestas y la verdad es que se han cumplido. Pedimos menú degustación. Todo buenísimo.como extra pedimos 1/2 ración de sus famosos callos, y están para pedir un " cubo" . El servicio muy cercano y agradable. Los dulces de café son de 10. Como guinda tuvimos la suerte de poder saludar a su dueño PEPE. Qué se pasó por todas las mesas para conocer las impresiones de sus clientes, todo un detallazo. - la experiencia merece la pena

Sin duda, un restaurante de estrella Michelin que merece la pena visitar. Un local minimalista y elegante, pero muy acogedor. Un servicio de sala atento y en su punto justo. Unos platos tradicionales con un "super sabor", con recuerdos de familia, pasados por la exigencia de "estrella Michelin". Las lentejas con butifarra y la croqueta de jamón, una explosión de sabor en un simple "bocadito". El tartar de quisquillas untuoso y contundente. El muslito de pichón junto con la "sacher con su jugo", una delicia. Y los postres, tanto el cítrico como el más dulce, simplemente geniales. La carta de vinos completísima, aunque echamos de menos (y así se lo hicimos saber al sumiller) los excelentes vinos de Cádiz (Luis Pérez, Tesalia, Huerta de Albalá, etc...). La única nota negativa, un arranque de los pases sin haber seleccionado el vino ni tener la carta presente. Este detalle no desmecerece nada la atención recibida ni el menú degustado. Cómo fin del espectáculo gastronómico, el saludo del chef Pepe Rodríguez, en persona. Todo un placer de jornada en Illescas. Ahhhh, merecería una segunda estrella (restaurantes con 1 Estrella Michelin, ofrecen menos que El Bohío). Gracias a El Bohío.

Mi segunda vez vez en El Bohío y que decir más que mil gracias a Pepe y a su gran equipo. Qué placer para los sentidos. Una mesa en un ambiente minimalista dede el que ves el trabajo de la cocina, bueno más bien la creación de unos platos exquisitos que te sorprenden por la explosión se sabores y texturas en el paladar. Tomamos el menú de Temporada. Perfecto, una degustación saciante, para disfrutar. El servicio impecable y agradable así como contar con el saludo del chef al final de la comida y poder reconocerle su creación. Lo recomiendo, para volver y volver. Gracias.