Dit i Fet Restaurant en Girona

Restaurante buenísimo. Cantidad de la comida un 10!!!! Uno de los mejores restaurantes de Girona. Raciones justitas. Hay que ir con la cartera llena o habiendo merendado bien.

Celebramos una reunión familiar de 13 comensales en este restaurante y nos colocaron en el interior del local en una mesa en la cual estuvimos muy a gusto. Se había encargado un menú cerrado de 70€ muy variado, y la verdad es que nos gustaron bastante todos los platos; alguno con mejor nota que otros y acompañado con un vino tinto denominación Montsant. En la sala notamos poca profesionalidad, no sé si debido a ser sábado y estar el local lleno pero un personal muy poco profesional y porta platos sin más. Una mesa con tanta gente y estos precios requiere un poco más de profesionalidad y explicacion de los platos por parte del personal.

Restaurante totalmente recomendable, servicio muy atento y buena relación calidad precio

Es un restaurante totalmente recomendable, buen servicio, comida espectacular y buena relación calidad precio. Dejo unas fotos de lo que comimos

Excelente cocina, platos elaborados y muy buenos. El entorno es bonito y parece un restaurante gourmet. Casi impecable. Mantengo las 5 estrellas pero el servicio sigue siendo muy normal. Pocos o ningún consejo y ni una sonrisa.

Buen lugar para comer entre amigos. Platos aceptables, los níscapos riquísimos.

Elegante, con estilo y gastronomía de verdad. Buen sitio en Girona, parada obligatoria.

Este mes por fin lo probamos, en el centro de Girona, con una ubicación privilegiada, el restaurante es precioso se ha restaurado con muy buen gusto, el trato en sala es inmejorable con la simpatía de Julia al entrar y con sus recomendaciones que no fallan, a los fogones el chef Adrià te deja impresionado. Sin duda repetiremos porque todo estaba muy bueno! A destacar (todo estaba muy bueno) es la tortilla de gambas que está ES-PEC-TA-CU-LAR no puedes salir de allí sin probarla. Y los postres se notan que son caseros estaban muy buenos

Un restaurante hermoso y confortable. Es muy parecido a disfrutar de una cena cómoda y elegante en casa de un amigo. Relajado pero todos los detalles atendidos. Comí calabaza rellena al horno con un delicioso vino blanco. ¡Increíble!

La verdad es que la comida está rica, pero la imagen genera unas expectativas muy altas, que luego nos e cumplen. A pesar de los buenos platos -recomendaría sin falta la tortilla y el tártar de vieira-, y que las raciones son correctas, el local es muy ruidoso, y demasiado orientado a los turistas, lo que afecta la relación calidad-precio y una cierta sensación de decepción. Deberían cuidarse algunos detalles (no excederse con el precio y mejorar la acústica del local) para conseguir un mejor resultado .