Didedas - Café / Restaurante Georgiano en Madrid

Está bien por la novedad y los camareros son amables. Pero no volvería, es muy caro para los ingredientes que ponen en los platos. Pan con un huevo y queso 17€... una ensalada pequeña de tomate y pepino 14€ (podían echar al menos un tomate más por ese precio) un trocito de tarta 7.5€. Me compensa más una pizza. Lo siento, pero demasiado...

Un gran descubrimiento, la comida estaba buenísima, la camarera Mariam encantadora, nos recomendó los platos y nos atención muy bien. Alfredo nos recomendó los vinos y explicó también los postres, todo estaba delicioso. Sin duda el servicio de 10. Nos hemos quedando con ganas de probar más, así que volveremos. Muy recomendado.

Este restaurante es todo un descubrimiento. La experiencia es positiva, tanto por la comida como por las personas que allí trabajan. Profesionales, simpáticos, correctos y una comida deliciosa. Un 10. Los khinkali de carne son una delicia si los comes cómo te dicen.

Muy rico todo, pero el postre excepcional

Uma grande sorpresa de Madrid. Me encantó todo! Comida super rica y la atención muy buena.

Pequeño restaurante georgiano en Lavapiés, excelente atención por parte del camarero y tienen un vino naranja muy rico, los postres además de ricos son caseros, volveremos ☺️

La carta es reducida, pero todos los platos están muy buenos. He probado en otros sitios los khinkali sin que me entusiasmaran, pero los de Didedas están riquísimos. Tienen cerveza artesana, vinos naranjas y unos postres fabulosos. El personal, además, es siempre muy amable.

Todo estaba muy rico, y la atención del camarero fue excepcional ayudándonos con los platos y con cómo pedir. Muy recomendable.

Visitamos un domingo improvisado y, a pesar de que todas las mesas estaban reservadas, el barman hizo todo lo posible para acomodarnos. Fue alegre y acogedor, se ofreció a explicarnos el menú y aguantó nuestro exasperante mal español para que pudiéramos conseguirlo. en alguna práctica. Pedimos pkhali de champiñones y eran divinos, junto con un plato de berenjena y algunas salsas, ambas servidas con albóndigas de pan fritas que podía comer en cubos. El pan con queso y huevo fue el último en aparecer y era todo lo que imaginabas. Desafortunadamente, ya estaba lleno y acabábamos de terminar nuestra jarra de un delicioso tinto, así que lo guardamos en una caja para llevárnoslo a casa. Habrá una visita de regreso para probar el resto del menú y definitivamente volveré a pedir el pkhali de champiñones. ¿Valor por dinero? Sí ¿Volvería? Si, con apetito ¿Punto álgido? Ambos camareros fueron serviciales, amables y, en general, agradables. ¿Punto bajo? ¡Estaba tan lleno de pkhali que no tenía espacio para el khachapuri!

Increíble cena. Gran servicio y ambiente fantástico. ¡Gracias! (Grupo de 8 muchachos descubriendo la comida georgiana).