Desacato en Sevilla

Comida muy normal en un escenario parecido a un taller, la calidad de la comida muy normal y el precio elevado. Las copas de vino a 5€ de apenas un dedo y las raciones pequeñas y muy normales. Pedimos tres croquetas muy corrientes a un precio elevadísimo, luego unos mejillones que la mitad estaban cerrados( no se pueden comer), aparte del tamaño, un guiso diminuto y malísimo y para acabar una carne muy normal…No lo recomiendo para nada, aparte del local que está por acabar

Todo buenísimo, no tenemos ninguna pega, cocina de calidad. Personalmente lo que más nos gustó fue la brocheta de anguila y los mejillones. El T bone muy bueno y el tartar que venía con el también riquísimo, lo único que no sentí que tuviera mucho sabor fueron los raviolis de venado, no terminé de coger el sabor, pero magnífico el servicio, el ambiente, y la comida.

Que un establecimiento gastronómico sea juzgado por partidarios y detractores por razones extra o paraculinarias no es nada nuevo. Pero cuando una persona física real, amante del placer de comer, se deja llevar por consideraciones de moda o tendencias en boga para visitar un sitio, puede sufrir un desencanto si su experiencia está lejos de las expectativas creadas. Eso me ocurrió a mí con DESACATO: el desencanto. ¿Qué pedimos? Empezamos con unas GILDAS(2) que no tenían nada de irreverentes como pregonan en su relato sobre el tipo de cocina que hacen: originalidad cero, la misma gilda de moda que puedes encontrar en cualquier lugar de España. Pedimos BROCHETAS(2) de anguila, si es que a aquel micropincho podía llamársele brocheta; para colmo, no había probado en mi vida una anguila tan dura. Rematamos los entrantes compartidos con una excelente ENSALADILLA COLORÁ servida en las minúsculas proporciones que acostumbra la casa. Como plato principal, para compartir entre dos, pedimos el pescado del día que en esta ocasión era un BORRIQUETE de 700 gramos; iba sencillamente a la brasa, sin ninguna salsa o aderezo, ni falta que le hacía. La cuestión es que este pescado sobreabundante actualmente en nuestra zona, está en el mercado entre 15 y 20 euros el kilo y en DESACATO nos lo cobraron a 80 euros/kilo: esto sí que es un desacato irreverente a la buena fe del cliente. Dado el minimalismo de las raciones, pedimos que nos acompañaran el pescado con unas PATATAS ALAVESAS, así las llaman. Era un cuenco pequeño como el que utilizan en muchos bares de Sevilla para ponerte diez aceitunas: precio de las ricas patatas fritas 4,80€. Rematamos nuestra comida con un postre de PANCHINETA nada llamativo, salvo por su tamaño, al precio de 7,50€. Tomamos cuatro copas de vino blanco al precio habitual en cualquier restaurante hoy; el precio de la copa no sorprendía, aunque sí que la cantidad que te servían no lo vertiesen con cuentagotas en la copa. Sin embargo, hay un aspecto en el que DESACATO no se queda corto: el precio. Sí, esta comida para dos personas le faltaron 3 para los 140€. No creo que desde la semana pasada en que la Guía Michelin concedió al restaurante una mención decidieran subir los precios y bajar las cantidades servidas; no lo creo. Supongo que viene de antes y forma parte de la filosofía irreverente hacia el cliente de la casa. ¿Podría concluir que DESACATO es un mal sitio para comer? No, la verdad, aunque le falta originalidad y creatividad REAL, el servicio es correcto, sus presentaciones, su ambiente(no demasiado confortable). Pero destacar, lo que se dice destacar, en mi opinión sólo destaca por sus desmesurados precios para lo que ofrecen. Para mí, un establecimiento más que no se sale un ápice del gastro-mainstream actual.

Gran restaurante, vinos de primera y comida refinada.

Reseña del restaurante Tuvimos una cena excelente aquí. Los vinos estaban deliciosos, la carne estaba perfectamente cocinada e incluso el pan con mantequilla batida estaba excepcional. Se lo recomiendo a cualquiera que busque una comida memorable y bien preparada.

Tenía muchas ganas de probar este restaurante. La comida estaba muy rica, con platos originales y productos de calidad. Sin embargo, el servicio nos decepcionó: fue mejorable y no estuvo a la altura de nuestras expectativas, especialmente teniendo en cuenta de que no se trata de un sitio económico.

Fuimos por nuestro aniversario y desde el primer momento se preocuparon tanto Daniel como Pablo de darnos la mejor mesa posible para la ocasión. La comida fue un descubrimiento y todo nos encantó. Las recomendaciones de Daniel fueron todo un acierto tanto en los platos como el maridaje. Además tienen un trato muy humano y cercano. Repetiremos sin duda.

Fabuloso…no dejes de pedir la tarta de queso

La comida es sorprendente y deliciosa. El personal es muy profesional y ofrece excelentes consejos. Pasamos una tarde fantástica. ¡Muy recomendable!

La comida en Desacato es inmejorable, los vinos una delicia , además te aconsejan en base a tus gustos. Un lugar muy confortable y una apuesta segura si lo que quieres es comer bien.