Deliranto en Salou

Era nuestra primera experiencia y nos gustó mucho. Empezando con la amabilidad de tod@s, la comida riquisima con sabores y fusiones impresionantes y cuidando todos los detalles. Recomendable 100%.

Fuimos a Deliranto a mediodía y elegimos el menú degustación “Carmen” (bebidas aparte). La experiencia fue muy original y cuidada en cada detalle, especialmente en su inicio. Lo que más me gustó fue la recepción y la introducción en el local anexo, que te mete de lleno en la historia que quieren contar. Después seguimos con una degustación en la cocina, donde se puede ver todo el trabajo y la coordinación del equipo, algo realmente interesante y diferente. Finalmente, la comida continuó en sala, con un servicio atento y un ambiente íntimo. La comida estuvo bien elaborada y con buena presentación, aunque eché en falta algo más de intensidad o sorpresa en los platos que me hiciera recordar más la parte gastronómica que la escenografía. En cualquier caso, es una experiencia diferente, creativa y muy bien planteada.

Primera visita en Delitanto. Personal muy amable. Hicimos menú Carmen y este pincha.... no considero que esté a la altura del precio y del restaurante. Producto bueno pero no sorprende en ningún momento. Esperaba más calidad, descubrir nuevos sabores y contrastes. No ha sido el caso

Definitivamente lo recomiendo al 100% y sin duda volveré pronto. Es uno de esos lugares que dejan huella y que se convierten en referencia cuando piensas en pasar un momento especial.

Sobrevalorado, una experiencia interesante con las historias, pero la comida es regular, nada espectacular, la calidad de los ingredientes, etc., es deficiente. Nunca había probado unas ostras tan horribles, lo mismo con el foie gras... el maridaje de vinos fue mediocre. Los camareros hicieron todo lo posible, el chef tenía una actitud arrogante. En resumen, lo evitaría; no se compara con otros restaurantes con estrellas Michelin en los que he estado.

No me ha sorprendido mucho este menú, en comparación del anterior, creo que ha sido flojo.

¡Fue una experiencia absolutamente excepcional! ✨ Desde el momento en que entramos, fue evidente que cada detalle está cuidadosamente pensado. El ambiente es tranquilo, elegante y lleno de buen gusto y respeto por cada comensal. El personal merece un elogio especial: increíblemente profesional, atento y capaz de crear una sensación de comodidad y cuidado. Cada plato fue explicado con gran detalle, y la presentación transmitía una historia y emoción. ¡Así es exactamente como debe sentirse una experiencia gastronómica de alta calidad! En cuanto a la cocina, no es solo comida, es verdadero arte. Combinaciones audaces, armonía de sabores y un equilibrio perfecto en cada detalle. Por momentos, parecía que el chef trabajaba como un artista, creando obras maestras culinarias que dejan una huella imborrable. Los postres fueron un verdadero punto culminante. No fueron solo un dulce final para la cena, sino todo un viaje de sabores. Texturas delicadas, maridajes refinados y un equilibrio perfecto entre dulzura y ligereza: cada creación dejó una vívida exclamación gastronómica que perduró en nuestra memoria. Mención especial merece la cata de vinos: la selección maridaba a la perfección con cada plato. Cada vino se desplegaba de forma diferente junto con la cocina, creando una sinfonía única de sabores. Este restaurante no es para un bocado rápido. Es un destino para impresiones, un ambiente agradable y descubrimientos gastronómicos inolvidables. ⭐⭐⭐⭐⭐ Nos marchamos llenos de gratitud y con muchas ganas de volver.

Todavía estoy digestiendo la emoción (y no sólo la comida) del menú “Carmen”. Una propuesta que va mucho más allá de la gastronomía: es narrativa, memoria, sentimiento. Cada plato es una escena, una nota de una ópera íntima que el chef nos regala con una pasión que traspasa la mesa. El equilibrio entre técnica y emoción, la belleza visual de cada creación y la profundidad de sabores, me han dejado realmente impresionada. Hay cocinas que sorprenden; su emociona. Gracias, de corazón al chef Pep Moreno ya su equipo por esta entrega absoluta. Se nota que detrás de cada elaboración hay muchas horas, mucho oficio y, sobre todo, mucho amor por lo que hace. El menú “Carmen” es un homenaje sincero a la cocina como lenguaje y como acto de cariño. Salir del restaurante es regresar al mundo con una nueva sensibilidad. Y eso, sólo los cocineros que cocinan desde el alma lo logran. Gracias por todo. Volveré.

Brutal en todos los sentidos. Principalmente el chef y su cercanía. El menú "largo" por poner un pero es quizás demasiado, recortando la cantidad de algún plato seria de 10, ahora mismo un 9,5 :) Los vinos hay acceso a pagar lo que uno desea pese a estar en una estrella michelín.

Disfrutamos de una cena con amigos que ha sido espectacular! El menú era el de Carmen, la ópera de Bizet, y es increíble como pueden contarte una historia a través de los platos! Quedamos encantados con la experiencia y seguro que volvemos al próximo cuento! El trato es exquisito y la comida INCREÍBLE!