Dani Brasserie en Madrid

Excelente trato personal por parte de Jaime. Un restaurante de alta calidad no se entendería sin un cuidado por las personas como nos ha dispensado Jaime. Dani cuídale porque cuando volvamos nos gustaría verle,

La comida y las vistas son espectaculares. El servicio no estuvo a la altura (no encontraban la reserva, no tuvieron en cuenta la ocasión especial por aniversario, tardaron más de media hora en servir el postre, que además estaba equivocado), aunque al final tuvieron algunos detalles como compensación.

Sitio muy bonito, con unas vistas expectaculares, pero ni el local ni las vistas justifican el precio de la comida. Demasiado caro para lo ofrecido. Una pena.

Buscaba una azotea para disfrutar de las vistas y comer durante mi viaje a Madrid. Después de verlos todos, me decidí por Dani Brasserie y no pude haber elegido mejor. Al entrar, todos me atendieron de inmediato, el personal es excepcional y el restaurante es impresionante. Vine sin preocuparme demasiado por la comida, ya que simplemente quería disfrutar de las vistas, pero mi comida estaba absolutamente deliciosa y presentada de forma exquisita. Mi camarero, Patrick, fue increíble, atendió todas mis necesidades y me trajo pan sin gluten sin siquiera pedirlo, después de preguntarme si tenía alergias. Fue una grata sorpresa poder tener pan y aceite de oliva, algo que normalmente echo de menos. Luego me recomendó este cóctel maravilloso en el que todavía estoy pensando, y me quedé impresionada por su perfecto equilibrio. Mi copa estaba bañada en purpurina dorada 🙌 Patrick sin duda supo qué sugerirle a una chica como yo ✨ Por si fuera poco, José estaba allí y me compartió lugares geniales para visitar en la ciudad y acertó de pleno con sus sugerencias, ya que lo pasé genial en el bar de cócteles que me compartió. Gracias a todo el personal por hacer que esta experiencia fuera muy especial para mí y un momento destacado de mi viaje.

Solo tomé cócteles en el restaurante de la azotea. Los cócteles no me parecieron nada mal, pero el servicio fue impecable. ¡Gracias, José!

Tuve la oportunidad de alojarme en el Four Seasons Madrid y cenar en la Brasserie Dani. La comida es excelente y el servicio impecable. Mención especial para Jessica, quien nos atendió cada mañana en el desayuno: siempre sonriente, muy atenta a nuestras necesidades y encantadora con nuestros hijos. Gracias a ella por hacer que nuestros desayunos fueran tan agradables.

Estoy acostumbrado a ir a buenos restaurantes y Dani Brasserie cumplió expectativas pero con varios fallos. Trato de ser lo más objetivo posible. Los platos que probamos bien, buen producto y buena cocina. Precios altos pero tampoco desproporcionados, y el emplazamiento del restaurante lo vale. Puntos negativos; un servicio con varios fallos...nos trajeron un plato para compartir pero no nos trajeron platos individuales para poder servirnos...después de esperar varios minutos tuve que reclamar los platos y ya se había quedado frío. También decir que como compensación nos invitaron a probar un tartar de atún. Otro aspecto negativo fue que al traer la cuenta me había metido una botella de agua que no habíamos pedido. Tercer aspecto negativo...no se ofrece aperitivo, impropio de un restaurante de cierta categoría. Y cobrar 19€ por un vaso pequeño de tinto de verano me parece excesivo. Lo recomiendo? Sí, aunque hay mejores opciones en Madrid en ese rango de precios y debe mejorar el servicio y los detalles. También me parece mal que haciendo reserva con más de un mes antelación, no te puedan confirmar y garantizar que vayas a tener mesa en terraza

Servicio con una sonrisa. Nuestro camarero hablaba un poco de francés 👌. El foie gras en trampantojo, servido en forma de manzana acaramelada, estaba riquísimo y ligero. Disfrutamos de todos los platos. Bravo por el chef.

Ambiente y lugar como hay pocos en Madrid. Las vistas desde la terraza son hermosas (se ve toda la Gran Vía), y más si vas de noche. Comida y servicio exquisitos. Ideal para cenas/ comidas románticas.

Fui a desayunar entre semana y la experiencia fue bastante grata. La propuesta en cuanto a variedad del buffet, es amplia. Se puede adaptar a cualquier paladar. La miel se presenta de forma natural, directamente en un panal de abeja. Es un detalle que resalta su frescura y autenticidad, además el sabor es inigualable. La calidad de la comida en general fue bastante bueno y el servicio también. La cereza del pastel fue la hermosa vista.