Cúrcuma en Burgos

En Cúrcuma se respira calma, disfruta el alma y se come de cine. Eso sí, comida vegana. He probado un montón de platos, desayunos y postres y están todos riquísimos. Utilizan productos frescos y cocinan muy muy bien. Además, venden algunos productos que son de muy buena calidad (las leches vegetales, los cruasanes, el pan de molde de semillas, el bollito con pepitas de chocolate... etc.). De la carta recomiendo el wrap con hummus, la pizza, la quiche, la tarta de zanahoria, el brownie, las cookies, los pancakes... en fin, es una maravilla disfrutar de Cúrcuma. Las chicas que lo regentan, además, son majísimas y siempre están dispuestas a ayudar y a informarte. Nunca he visto una mala cara. El sitio es encantador y tiene un ambiente espectacular. A veces hacen talleres muy interesantes también. Se puede pagar con tarjeta o en efectivo, pero hay que pedir en barra y luego te llaman para recoger el pedido en barra. Siempre recomiendo y recomendaré Cúrcuma. Si no has ido, no te lo pierdas; y si ya has ido, vuelve. Cada vez que voy, hago un nuevo descubrimiento en su gastronomía y en su espíritu.

Muy buen restaurante vegano en una ciudad dedicada a la carne. Los platos están bien preparados y son abundantes. Se habla inglés y español.

Por fin un lugar donde comer sano, personal muy amable, comida maravillosa, lo recomiendo a cualquiera que quiera disfrutar de una deliciosa comida para llevar.

¡Muy buena experiencia! ¡Sin duda recomendamos este restaurante!

Voy mucho ha hacer trabajos o a leer y me emcanta el ambiente relajado de este lugar! Las camareras siempre majisimas y súper agradables me encanta este lugar para ir a tomar café o para comer!

Rápido, sano, bueno y barato. Toda la comida estaba deliciosa y con buenas porciones. El local es muy acogedor, super recomendable!!

Me encanta este lugar. De las mejores comidas vegetarianas que he probado. X

Super lleve a Mi abuela a un almuerzo, por su cumpleaños y super La Comida super Rica ,la atención excelente volveré pronto

Excelente comida en un entorno elegante. La sopa de remolacha y manzana para empezar estaba picante. Excelente envoltura de humus y ensalada de cuscús como principal. Todo delicioso.

No soy muy fan de estos sitios vegetarianos, pero tampoco les hago ascos. Comida con las compañeras del trabajo, que no llegó a 20 euros, incluyendo un plato principal, el agua, el postre y el café. Tenía miedo de quedarme con hambre y nada más lejos de la realidad. El quiche de almendra estaba muy bueno y llenaba, y el boniato tenía una pinta estupenda. De postre yogur de coco, que a mí nunca me ha gustado, pues estaba muy bueno. Te puedes llevar la comida a casa, y como es un sitio pequeño, mejor reservar por si acaso.