Cuntis Don Manuel en Cuntis

Al Pasar por Cuntis, es parada obligada. Deleitarse con un menú variado con las mejores carnes y el mejor marisco. Lo consienten a uno como si estuviera en su propia casa. Gracias por tanta hospitalidad

Comimos en la terraza que es espectacular con vistas a un bosque y música ambiental relajante. La atención no podía haber sido mejor y la comida exquisita. Tomamos de entrantes las croquetas de berberechos y las volandeiras. De planto principal el cordero que estaba buenísimo. Volveremos.

Comimos en la terraza que tiene unas vistas preciosas al bosque y música ambiental. El trato fue excelente y la comida exquisita. Definitivamente recomendable. Volveremos!.

muy recomendable, las croquetas de berberechos impresionantes

**¡Me encanta el ambiente!** Al sentarse en el comedor semi-al aire libre, uno se siente realmente como enclavado entre los árboles. Un techo con paneles solares proporciona refugio, mientras que las enredaderas forman muros parciales, cubriendo la mitad inferior y trepando por los pilares, dando la sensación de estar envuelto en vegetación, pero aún abierto a la luz y al aire. La vista del follaje circundante y el suave hilillo de agua que cae del techo te envuelven en una atmósfera tranquila y natural. Al levantarte y mirar más allá, verás un espacio de estacionamiento justo afuera, ligeramente cuesta abajo; menos pintoresco. Pero desde donde estás sentado... oh, es algo único. Totalmente relajante. Las mesas también están bien espaciadas. El comedor interior también era encantador: luminoso, con un sutil toque de elegancia que lo hacía a la vez refinado y acogedor. **¿La comida?** Pedimos dos menús del día, cada uno con pan, bebida, entrante, plato principal y café o té (16 €; con postre, 18 €). ¡Disfrutamos de ambos por partida doble! Nos sentimos bien alimentados y más que satisfechos, sobre todo teniendo en cuenta que en otros sitios solemos gastar 50 € o 60 € por dos personas. ¡Una relación calidad-precio increíble! ¿La *raya*? Mi pareja estaba un poco nerviosa por si me había equivocado; al estar lejos de la costa, parecía una decisión arriesgada. En casa, nos miman con la mejor *raya a la gallega*. Pero para nuestra alegría, resultó igual de buena, quizás incluso un poquito mejor. Una grata sorpresa. **¿El servicio?** ¿Recuerdan ese momento en el que alguien te sirve el té o el café con una sonrisa tan sincera que ilumina toda la interacción? Esa sonrisa se nos quedó grabada. No se trataba solo de profesionalidad, sino que hizo la experiencia más cálida, más alegre, mejor. ¿Los baños? Limpio y bien cuidado, siempre una buena señal de cuidado entre bastidores. Nos fuimos contentos y bien alimentados. Las raciones estaban en su punto justo: ni demasiadas (muy gallego), ni mucho menos demasiado poco. Llegué al 85% de mi saciedad, lo cual fue perfecto. Al fin y al cabo, el ideal chino es el 80%. Y sí, sin duda volveremos la próxima vez que estemos por la zona. ¡Qué ganas de volver a disfrutar de ese ambiente tranquilo!

Local amplio y limpio, el servicio agradable, rápido y profesional, la comida abundante, bien presentada y bien cocinada. Tienen un buen menú del día y los precios son razonables.

En este restaurante siempre se come bien. La comida siempre está buena, es casera y las raciones completas. También comimos la carne 🥩 que hacíamos nosotros en la cocina de gas, por eso nos subió un poco la cuenta. Hacía tiempo que no venía y la verdad hoy en día lo difícil es el personal y el camarero joven de gafas, con su toque bromista pero súper respetuoso, hizo de la comida que fuera todo un 10.

Si existe la perfección está en este pequeño lugar de Galicia, al lado del balneario de Cuntis, profesionalidad, amabilidad, ambiente, comida espectacular y todo lo bueno que se os pueda ocurrir. Volveremos

Excelente lugar. Ambiente agradable. Un menú muy bueno por 16€, con primero, segundo, bebida y café. El postre es a parte, por 2€ más. Muy buen servicio. Todo correcto.

Sitio espectacular y buenisimo, relacion calidad precio correcta.