Cueva del Tunel en Valdevimbre

Sitio encantador y comida fantástica. El lechazo es maravilla!!

Comida espectacular !! 😋 muy buena ambiente y magnífica atención! el restaurante es precioso!!❤️

Un lugar con encanto y buena comida. No lo perdais

Espectacular sitio.Buena comida a un precio normal.Un poco desbordada la camarera pero eficiente

Atención normal, servicio rápido, comida fantástica a precios en la media. De aperitivo nos pusieron unos vasitos con crema de verdura que tenían mucho sabor. Pedimos: mix de croquetas (venían 9ud de jamón, queso, morcilla y carrillera o rabo, cremosinas y con sabor), solomillo de carne roja acompañado de patatas fritas caseras (estaba super tierno y con mucho sabor), carrilleras estofadas con compota de manzana (también estaban tiernísimas y con mucho sabor), flan casero (muy rico y buena ración) y canutillos de crema (muy rica la crema y la masa). Para finalizar tienen café de puchero. Seguidnos en redes para ver el vídeo: INSTA @nosprestacomer TIKTOK @nosprestacomeryviajar Recomendable 100%

Es un sitio para visitar y comer muy bien

El servicio y el ambiente muy correcto, para mi la comida sin mas, la tortilla guisada es francesa con verduras, el solomillo y la paletilla buena materia prima y poco sabor.

Los diferentes platos que tomamos estaban buenos.El camarero muy profesional.Asi cómo la mesa donde nos colocaron no estaba en un sitio poco luminoso y casi metidos en una esquina.

Lugar pintoresco y ambiente tranquilo. Muy bonita la decoración, a lo que ayuda la luz mortecina del interior. Comida, creo que buena. Parece ser que fué "la primera bodega excavada en la roca de León". Pedimos Cecina, bien de sabor, ración justa, tabla de quesos, excelentes, lechazo y chuletillas de cordero. Pongo tres estrellas porque la ración de patatas fritas con chuletillas (chuletillas de cordero, que no caviar del Volga, 5 unidades, más bien 5 huesos con un poco de carne), es ridícula por el precio a pagar, intuyo que de sabor estaban bien, porque sinceramente eran tan pocas que no me dió tiempo a qué mis papilas gustativas las cataran. Por recato, y por no empañar la celebración, no comentamos nada. Idem con un variado de postres que pedimos al final, anecdótico. El resto de comensales pidieron lechazo, y ahí si, las raciones entraron en lo razonable, tanto de sabor como cantidad. Digo correcto, no más allá. El servicio bien. Si ustedes acuden a este restaurante y no quieren salir con cara de giles, ya saben, no pidan caviar, perdón, chuletillas de cordero. Entiendo que la inflación ataca y blablabla, pero no me cobre casi 20€ por 5 chuletillas y un montón de papas fritas. Era la segunda vez que acudíamos a esta bodega, por mi parte, no habrá tercera.

Hemos disfrutado de un menú degustación muy completo. Había un intolerante al gluten en la mesa y le atendido de 10 en todo momento