Cruix en Barcelona

🌟 Hace un año visité por primera vez este restaurante y me dejó una impresión inolvidable. La atmósfera, los sabores y el servicio fueron simplemente excepcionales. Un año después he vuelto, y el nuevo menú degustación, que cambia aproximadamente cada dos meses, ¡ha explotado mis papilas gustativas aún más! Cada plato es una pequeña obra de arte: sabores perfectamente equilibrados, una presentación exquisita y una verdadera experiencia gastronómica. El servicio sigue siendo impecable: personas atentas, amables y apasionadas por lo que hacen. Los chefs son verdaderos artistas que no solo cocinan, sino que crean emociones e inspiración. ✨ Es un lugar al que siempre quieres volver. ¡Uno de los mejores restaurantes en los que he estado!

Restaurante muy diferente a lo que he probado, me gusto demasiado todos los sabores, combinaciones, texturas. Lo disfrute demasiado!! Ambiente y lugar muy bonito y con personal amable, atento y dedicado :)

El local es uno para el pequeño.

Buena atención telefónica y amabilidad para hacer un cambio de hora en la reserva. Demasiadas mesas para tan poco espacio, lo que resta privacidad. Parte del personal no es apto para un tipo de cocina y experiencia que ha de ser de descubrimiento, con poca experiencia. Ejemplo: prisas retirando platos cuando el otro comensal todavía no ha terminado o traer la carta de vinos cuando ya se ha empezado a servir el menú. En cuanto a la cocina, no le pongo peros. Como en todo menú degustación con cierta creatividad hay platos más conseguidos y otros menos. A destacar positivamente el MAITAKE CON CREMA DE ANGUILA AHUMADA y el HELADO DE SOPA TOM KHA y negativamente el churro de bacalao o el hummus de remolacha.

Teníamos una reserva que se gestionó por correo a raíz de un cambio de día. Al llegar, no habían actualizado el cambio y pensaba que ya no podríamos comer, la suerte que el local estaba casi vacío. Les comenté que por favor tuvieran presente las observaciones que se habían añadido en su día, pues no se lo tomaron bien. Al principio me comentaban que poco podían adaptar y cambiar platos, pero al sentarnos y estar unos 10 minutos esperando, me comentaron que al final era posible adaptar algunos de ellos. Respecto a la comida, los más importante, me gustaría compartir que fue una experiencia muy agradable. Creo que la idea que ponen en los platos es muy equilibrada y variada, sobre todo por ma calidad y el trato que le dan a las elaboraciones. A destacar sobre todo: - hummus de remolacha - albóndiga rabo de toro - Croqueta de pato - crema de caballa con maitake (espectacular) - arroz Respecto al servicio, creo que la intención y las maneras que tienen los camareros, sobre todo ella, es que el comensal esté muy a gusto. Aunque para mi gusto, demasiado insistente ella y constantemente nos cortaba la conversación. Un detallo que no nos gustó.. fue el hecho de coger una detallo nuestras cucharas y enseñarnos directamente cómo se tenía que comer el arroz, arrastrándolo así por la paella.

He ido con mis hermanos y la experiencia ha sido muy positiva. Todo estaba muy rico y Maite ha sido muy atenta y detallista. Hemos disfrutado mucho. :)

Llevé a mi novia aquí por su cumpleaños, sabiendo que estaba incluido en la categoría Bib Gourmand. Por más de 60 € por persona por la experiencia de varios platos, fue una ganga. En las fotos se ven los platos más destacados, además del postre tailandés que me encantó. Lo único malo, sin embargo, es el servicio. Si bien el personal se esforzó al máximo, necesitan a alguien con más experiencia que sepa gestionar el ambiente del lugar. El personal parecía muy joven, necesitaba más formación, abrumado por el bullicio del lugar. Nuestro sumiller nunca vino a pesar de que se lo avisamos dos veces y se olvidó de poner en un cubo la botella que pedimos, dándose cuenta solo unos minutos después. Tampoco hay especial de cumpleaños, solo una pequeña vela en el "día triste en el parque" que ni siquiera era una tarta. En resumen, recomiendo probarlo al menos una vez cuando estés en Barcelona.

En general, la comida y la experiencia fueron geniales.

Fantastica comida en Cruix. Este pequeño restaurante nos ofrece tres menus degustación que comparten platos, y que van de menos a más cantidad. Escogimos el de en medio, ni mucho ni poco, 56€, sin bebidas ni pan ni café. Como tal menú degustación no esperes encontrar gran cantidad, pero sí que es suficiente para sentirte satisfecho. Los platos muy buenos, a destacar el churro de bacalao con alioli, y la crema de anguila ahumada. Evidentemente el arroz, espectacular. El restaurante sencillo, sin manteles, el servicio muy bueno, muy joven. Las mesas demasiado juntas, con lo que oyes el masticar del de al lado, el único pero. Buen restaurante para ir a comer o cenar. No excesivamente caro para el tipo de cocina que ofrecen.

Muy buena Comida, productos extraordinariamente bien elaborados y buen precio. El servicio es muy amable. Un imprescindible en Barcelona.