Cremela en Cangas de Onís

17/11/2025: Comida excelente Trato y servicio excelente Recomiendo 100%

10/11/2025: Es gastronomía asturiana con una ejecución de alta cocina. La experiencia se apoya en un producto excepcional y un servicio que roza la perfección.La selección de aperitivos demuestra la intención del chef de elevar el producto local a un nuevo nivel, mezclando texturas y contrastes de sabor. Yo tome: * Galleta de Gamoneu con Asadillo de Pimientos y Anchoas: El plato se transforma de "sugerente" a magistral. La base crujiente sirve de lienzo al intenso y ligeramente picante queso Gamoneu. La clave está en el acompañamiento: el asadillo de pimientos aporta dulzor y carnosidad, mientras que las anchoas inyectan un golpe salino que equilibra a la perfección la potencia del queso. Un juego de contrastes que estimula el paladar. * Brioche Mini con Lomito Caramelizado, Yema de Huevo y Topping Crujiente: Un bocado que es pura indulgencia. El brioche tierno es el vehículo perfecto para un lomito caramelizado que aporta dulzor y una textura fundente. La yema de huevo añade cremosidad y riqueza, mientras que el queso (seguramente un queso suave o ahumado, y el topping crujiente) proporciona el contraste textural necesario para hacerlo inolvidable. Es un entrante complejo, rico y sugerente que demuestra técnica. Entrecot confirma que la cocina maneja la materia prima cárnica con pulcritud y respeto. La calidad del producto brilla por sí misma, con un punto de cocción preciso que garantiza terneza y sabor. El ritual de la Sidra es un acierto. El "escanciador manual original, bien puesto" subraya la autenticidad asturiana de la propuesta. En cuanto al servicio, destaca la "atención exquisita" y el "trato excepcional", complementado por "buenas recomendaciones". El personal sabe guiar al comensal, haciendo que la cocina se sienta cercana y amable. La cocina abierta, que permite observar la limpieza y el trabajo del equipo, es un punto a favor. No obstante, se mantiene el único punto de fricción: la "sensación de humo en sala" que se genera "puntualmente". Un detalle que rompe el ambiente, pero que es un compromiso asumible por la transparencia de ver a los chefs en acción. El Molín de la Pedrera es un destino gastronómico donde la inversión se traduce en calidad, creatividad y una experiencia memorable. La ejecución de platos como la Galleta de Gamoneu y el Brioche Mini lo colocan como un referente de la cocina de Cangas.