Restaurante Asador Conde Lucanor en Peñafiel

Me esperaba habitaciones más amplias para el precio de la noche. El hotel está muy bien, pero es el primer hotel en el que tengo que esperar para sentarme a desayunar, 15 min de espera por falta de personal. Tampoco me ha gustado que el bar cerrase a las 11 lo que no permite aprovechar el fantástico claustro. La ubicación ideal

Un hotel muy bien situado, elegante y en donde se respira tranquilidad

Convento adaptado en hotel de lujo con Spa y piscina, habitaciónes amplias y el interior del hotel una maravilla Espectacular

Un buen hotel que debe de mejorar su servicio para ser un top

Para el precio elevado (4 estrellas) que tiene, no cumple con dicha categoría puesto que el desayuno es algo escaso, como por ejemplo el café de màquina y el zumo no es natural. La habitación tenía un trozo de la manpara rota, y accesorios o complementos muy bàsicos para ser 4 estrellas. No cumple la calidad-precio

Un lugar en el que se respira historia. Muy céntrico, confortable, habitaciones bonitas y un buffet bastante completo. Tomar un vino Convento de las Claras en el auténtico convento de las Claras rehabilitado como hotel y spa, ha sido una gran experiencia.

Muy caro para lo que realmente es. Habitaciones viejas y ruidosas con vistas mejorables. Servicios caros y anticuados.

Hotel céntrico en el mismo Peñafiel. Patio interior bonito y decorado con motivos religiosos. Las habitaciones son amplias y se escucha poco el ruido de la calle, distinto es el ruido de los huéspedes sobre todo si una señora en la madrugada se dedica a andar con tacones por la habitación, se escucha todo. Las camas son amplias y confortables, se hecha de menos un par de almohadas más. Respecto de los bañosel plató de ducha algo peligroso no existiendo agarradera alguna y para poder usar el jabón te tienes que salir casi de dicho plató,con el consiguiente peligro de resbalón. La limpieza de los baños poco cuidada, no habíamos hecho uso del mismo y el plato de ducha estaba lleno de pelos largos pegados. El servicio de desayuno lo típico y clásico de todos los hoteles, por cantidad sin problemas por variedad algo escaso. La nueva costumbre de las maquinas de café hace que el mismo sea más corriente de lo habitual.

Excelente hotel con fantásticas instalaciones, habitaciones amplias con baño completo (de agradecer hoy día) y una tranquilidad y un encanto cautivadores. Lastima que la localidad en la que se encuentra ha pasado a ser un pueblo casi fantasma, sin nada más que hacer que usarlo como base para visitas por la Ribera del Duero. Opciones de Spa, piscina climatizada, restaurante con carta escueta pero bien ejecutada y salones y terrazas muy agradables. Perfecto si vienes a descansar.

Un edificio precioso, restaurado cómodo y accesible. Fuimos fuera de temporada alta y fue un acierto En recepción fueron muy amables y pudimos disfrutar del spa que nos facilitaron pese a ser el día de descanso de la encargada Un spa pequeño pero completo. Los desayunos bien y la persona encargada encantadora La habitación abuhardillada, la única pega. El restaurante caro en relación calidad precio. Notable alto