ConSentido en Salamanca

Nuestra mejor experiencia gastronómica en Salamanca. Tiene menú degustación preestablecido, pero también hay carta con raciones de distintos tamaños que, en la práctica, permite personalizar tu propio menú degustación. Todos los platos que pedimos nos encantaron, con mención especial para la codorniz, que era absolutamente espectacular. Pero lo demás, a base de caza, setas y el postre de arroz con leche, muy bien.

Un ambiente magnífico, la presentación de los platos inmejorable, el trato buenísimo y la comida espectacular.

Un imprescindible en Salamanca! Maravillosa comida que pudimos disfrutar allí. Se nota el cariño, trato y producto que le otorgan a los platos. El propio chef, Carlos, iba mesa a mesa explicando la cocina, cosa que se valora y agradece bastante. Todo lo que comimos estaba muy bueno, en un ambiente acogedor y con un servicio excelente. El precio es correcto para la oferta que tienen. Tuvieron estrella hace poco, y ojalá la recuperen pronto porque la merecen. Muy recomendable!

La comida no se puede definir con palabras. Carlos, el chef, encantador y súper cercano. Los postres de otro planeta… volvemos seguro

Hemos ido varias veces a cenar al Consentido, siempre en pareja y siempre salimos encantados. La cocina espectacular, todo riquísimo y bien aconsejado por el Chef. Pero ademas el servicio es de 10, amabilidad y conocimiento de los platos. Y hoy hemos tenido la suerte de ser guiados por su magnífico sumellier quien nos llevado por distintos vinos haciendo de nuestra cena una auténtica experiencia. Gracias y por supuesto volveremos.

Hemos ido varias veces, nosotros dos solos, con familiares y amigos y SIEMPRE es un acierto. Carlos es de 10 te expone la carta al detalle, te explica todo. El equipo que tiene detrás responde también de 10, súper agradables y atentos, el sumiller siempre te aconseja el mejor vino para el plato que hayas pedido. Siempre repetimos y lo seguiremos haciendo.

Estuvimos cenando este sábado 19 de octubre y quedamos tan maravillados que volvimos ayer domingo 20 de octubre a comer. Impresionante, sin peros, el trabajo de Carlos y su equipo de cocina y sala. Probamos prácticamente toda la carta “a bocados” entre ambos días. Imprescindibles: las gildas de mogote, la patata sobre base de carbonara, la cebolletina con base de pistacho, la cordorniz, las angulas de monte y el centro de buey… vamos, que tardarías tres dias en darte la vuelta completa a la carta. Quizás sólo nos sobraba en carta los dos bocados de trucha. Pero es que tampoco somos muy de ella. Bodega y sumiller bien preparados. El servicio de mesa super enrollado y conocedor de lo que te traian. Repetimos FIJO FIJO

Lo mejor Carlos Hernández del Río, que buen lugar para comer Es la segunda vez que voy y no te deja indiferente Carlos te explica los platos con arte y dedicación Es recomendable comer esos platos de la tierra, lomo alto, carrillera, farinato, hay que dejarse llevar Una buena carta de vinos Atención espectacular y profesionales que siempre se agradece

Restaurante muy caro para las características de la comida que sirven. No muy acogedor. Atencion del personal buena

Hemos estado mi mujer y yo comiendo justo a su vuelta de vacaciones. Reservamos por su web sin problema. El local está junto a la Plaza Mayor y la decoración es moderna pero con un toque rústico. Desde que llegamos todo fue una experiencia muy agradable. Elegimos un menú degustación cada uno (75€ por comensal sin bebida). También hay opción de ampliarlo con algún plato más (nosotros lo hicimos con una ostra). Si se quiere otra opción, también se puede comer a la carta. Nos iban explicando todos los platos (8 platos y dos postres) y los sabores eran espectaculares. También probamos varias copas de vino conforme iba avanzando el menú bajo la recomendación del personal y también fenomenal el maridaje. Trabajan productos de Salamanca y de Castilla y León fundamentalmente. Además del producto, quiero destacar la amabilidad y profesionalidad de todo el personal. Seguid así! En breve, tendrán una estrella michelín. Estoy seguro.