Cerveceria El Arenal en San Vicente de la Barquera

Un buen sitio para comer o tomarse algo en San Vicente. Además de lo esperado (mariscos, pescados) excelentes platos de cocina peruana como la "Papa peruana rellena" que nos recomendaron. Todo bien , lo mejor, la amabilidad de todo el personal y la biena música (tranquila, nada de regaeton) en el comedor.

Rico pero no recomiendo el cachopo, el resto muy rico

Buenísimo todo!!! Y los camareros super atentos y divertidos. Una comida de 10

Buena relación calidad precio. Servicio amable y con ambiente agradable. Muy recomendable.

Una bienvenida encantadora, incluso para los niños. Nos lo pasamos genial.

Ambiente acogedor y personal muy amable. El precio del pescaíto frito fue de 18,50 € y era una buena ración para compartir. El flan de huevo también estaba buenísimo.

Fuimos a comer en familia este mes de julio y nos trataron mejor que en las casas de algunos seres queridos. Cuando vuelva a Barcelona y me pregunten lo que más me ha gustado de San Vicente de la Barquera les diré que el camarero Jose de este restaurante. Nos trató con gran amabilidad y generosidad. Me dieron ganas de dejarle las llaves de mi coche de propina. Si sigue trabajando aquí el año que viene, igual vuelvo a venir a Cantabria. Por cierto, la comida y el menú muy bien también.

Estábamos de paso, comimos menú 18€ La comida muy bien y el servicio a destacar muy amables . Buen sitio calidad precio.

Correcto para tomar algo. Nos paramos a la hora del aperitivo y muy amablemente nos tendió José. Aunque teníamos pensado comer en algún sitio no nos quedemos porque empezó a llover pero al parecer puedes encontrar platos peruanos porque la dueña lo és.

Mi esposa y yo pasamos por San Vicente en Semana Santa, así que en todas partes estaba ocupado. Los restaurantes en el paseo marítimo son caros, así que nos salimos un poco de los caminos trillados a la Cervecería El Arenal que está en una plaza menos concurrida. El menú se veía bien, al igual que el precio. El personal era cálido y acogedor amable con sonrisas radiantes, y un cartel declaraba que se hablaba inglés (útil para mi esposa francesa, que no habla español) así que fuimos a por ello. El entrante era una porción generosa de paella de marisco, que era muy sabrosa, que comprendía gambas, gambas reales, calamares y mejillones. El plato principal era la lubina asada, que estaba tostada y salada, y absolutamente deliciosa. Vino y pan muy fresco estaban incluidos en el menú de 17€, y terminamos con helado, brownie de choloate, y con café. El servicio era bueno, y nada parecía ser demasiado pedir. El personal estaba dispuesto a utilizar su (bastante bueno) Inglés, a pesar de que domino el español. Otras dos familias británicas estaban en mesas junto a nosotros, y estaban entusiasmados con la comida también. Sin duda volveremos la próxima vez que estemos en la zona.