02/02/2025: Es un sitio muy acogedor y la comida estaba exquisita. Las chicas que nos atendieron muy agradables y atentas. Sin duda repetiremos.
25/01/2025: Cómo explicarlo. Comimos solos, a pesar de ser viernes, vale, de enero, y yo que había llamado preocupado para reservar mesa. Rosi, antes de decirnos los platos que tenía, nos dio charla y nos hizo sentir como en casa, casi que me olvidé de la comida. Nos dio una mesa en la planta de arriba, frente a la ventana, con unas vistas hermosas de todo el otro márgen del Nalón. A la hora de pedir, sonaba todo tan rico y sencillo, que no sabíamos qué pedir, además ella tenía pinta de que todo lo cocina bien. Y así fue. Primero trajo la ensalada de tomate y burrata, riquísima por todos los lados, con aceite virgen extra y sal de mar, acompañada de un pan muy bueno, y un albariño buenísimo. Luego trajo los toros con jamón, que yo no conocía y que son tostadas de maíz con jamón. Tan simple y tan rico. Mientras tanto iba subiendo a ver cómo íbamos y nos quedábamos charlando. Luego volvió a subir con los chipirones, que yo esperaba que fueran de esos de bar, rebosados y fritos, porque pensé que no había otros. Pues ella trajo dos chipirones enormes, a la plancha y exquisitos. Para terminar nos ofreció postres y optamos por la crema de yogur con compota de manzana, como si la hubiera hecho mi abuela, vamos. Mientras tanto nos quedamos hablando de la vida, de ella, de nosotros, terminándonos el vino y el postre.
Decir que todo estuvo rico es como decir que el mar es sólo agua salada.
Por todo pagamos 76 euros. La botella de vino, que era lo que me asustaba, sólo costó 19.
Gracias Rosi, nos la pasamos muy bien, esperamos volver pronto.