Catedritos Ibericos Trujillo en Trujillo

Comida genial, sitio perfecto y Maria la camarera me atendió perfecto como una buena profesional como lo que es, mil gracias a ella, comi genial

Mi familia y yo nos ha encantado el restaurante. La comida estaba espectacular y había mucha comida para que no nos faltase nada. Y lo mejor sin duda fue Maria, es super maja y buena persona. Cuando vengamos otra vez, comeremos alli. Perfecto y precioso. 👌😊

Increíble el trato tan espectacular que nos ha dado María para comer. Hemos pedido salmorejo, cachopos, bacalao a la dorada y prueba de cerdo y hemos alucinado con la calidad de los productos y lo natural que estaba la comida. Sin duda que cada vez que vayamos a Madrid, nos desviaremos para comer aquí. Un placer encontrar lugares así en Extremadura.

Elegimos este sitio por lo atractivo del lugar: un patio soleado lleno de plantas y un comedor interior. Reservamos mesa para las 2, pero el servicio se alargó más de una hora y media, a pesar de que los platos que pedimos no eran nada complicados y éramos la segunda mesa en llegar. Primero, una ensalada templada con torta del Casar y tomate, que de templada no tenía nada y que no dejaba de ser una base de mezcla de supermercado con unos taquitos de tomate insípido y una capa de torta algo fundida. Eso sí, bastante vinagre de módena. De segundo, tomamos un taco de presa ibérica pura de bellota pasada de punto, algo escasa y con una presentación simple, acompañada de cinco patatas panadera, de nuevo con gotas de vinagre de módena, y una filigrana de algo hecho a base de patatera ibérica picantona. De postre, un coulant de chocolate que más parecía un bizcocho porque el interior no se distinguía del exterior; no había chocolate fundido. El servicio, amable, pero con algunos fallos de atención y eso que no había mucha gente cuando llegamos.

Buenísimo el mollete de jamón ibérico y aperitivo que ponen con la cerveza, tras ello hemos pedido dos cafes cortos con hielo, el camarero (15 min después) nos ha servido dos cafés americanos, indicando que si los queríamos cortos echasemos poco café al hielo. Al pedir repitiera los cafés (aguados) nos ha servido dos cafés cortos, uno de ellos nuevamente aguado y realizado con la misma carga, no sé a quién pretendía engañar.

El patio es precioso, y la comida está bien presentada. Pero la relación calidad precio es cara. Nosotros pedimos 3 platos para compartir: jamón ibérico, normalito y no muy bien cortado; surtido de quesos, escasito; y lechona, bueno, pero escaso con 4 patatas panadera y sin salsa, un poco seco. Repetimos el postre, torrija con helado, que es lo que más nos gustó.Todo correcto, sin más, y escaso, y por tanto, un poco caro, en mi opinión.