Caseria la infiesta en Caso

Recientemente tuvimos la oportunidad de alojarnos en Casería La Infiesta y, en general, fue una experiencia muy positiva. Buscábamos un lugar alejado, rodeado de naturaleza, y definitivamente encontramos lo que buscábamos. El entorno es perfecto para desconectar. La atención de los anfitriones fue excelente; fueron amables y atentos en todo momento, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. Además, la comida estaba deliciosa. Sin embargo, hay un par de aspectos que podrían mejorarse. Sería útil proporcionar información previa sobre el menú y los precios de las comidas. Esto permitiría a los huéspedes tener en cuenta posibles alergias o restricciones alimenticias antes de que se sirva la comida. Otro punto a considerar es la calefacción. Dado que el alojamiento se encuentra en un caserío, la temperatura puede ser más baja. A pesar de tener la calefacción encendida y varias mantas, la habitación se sentía un poco fría. Tal vez podrían revisar el sistema de calefacción para asegurar que todos los espacios estén cómodamente cálidos. En resumen, el lugar es muy bonito, los anfitriones son encantadores y la comida es realmente deliciosa. Con algunas pequeñas mejoras, estoy seguro de que la experiencia podría ser aún mejor. ¡Esperamos volver en el futuro!

ESTO ES UN COMENTARIO PERSONAL COMPLETAMENTE SINCERO QUE DEBERÍAS LEER SI TE VAS ALOJAR: Lo primero es que cuesta mucho llegar al sitio, ya que está muy arriba del condado ‘Sobrescorpio’ (que es un condado que contiene 23 pueblos/aldeas) Para llegar hay que subir 3 cuestas con el coche un poco complicadas por un camino de vacas literalmente pero asfaltado. Luego cuando llegas tienes que aparcar en cuesta abajo y ¡¡¡Cuidado con no pasártelo, fijate en el cártel marrón con una flecha!!! Si sigues hacia adelante vas a llegar al pueblo y te va a tocar bajar. Cuando llegas te encuentras con una puerta tipo porche que pesa 100 kilos que tienes que tener cuidado con que no se te vaya para atrás y volverla a cerrar para que no se salgan los animales. Después de eso tienes que caminar por un sendero corto pero sin asfaltar y lo peor de todo para mi en toda la estancia es que por la noche ¡ EL SENDERO NI LA CASA NO ESTÁN ILUMINADOS ABSOLUTAMENTE NADA ASI QUE LLEVAROS LINTERNA ! Porque puede salir algún animal y darte un susto. También añadir en las cosas malas que nosotros fuimos a finales de noviembre y hacía bastante frio…. El dueño puso la calefacción unas horas pero no por la noche y cuando te despiertas hace mucho frio…. llevaros ropa de abrigo, no os fiéis de verdad. Pero ahora viene todo lo bueno. En cuanto llegamos nos recibió Juan el dueño, con una amable sonrisa, es un señor super majo, hogareño, nos enseñó sus instalaciones, nos contó historias de su vida allí, cómo eran esas tierras, qué animales tenia, en resumen, genial y después nos presentó a su mujer Maria Jose que la pedimos que nos preparase algo de comida porque el restaurante mas cercano está en la zona de abajo a unos 5-10km (20minutos por las curvas). La comida no nos la dió a elegir, simplemente nos informó que nos estaba haciendo una ensalada de queso y cecina (normalita), una chuleta de cerdo con patatas y queso (buenisima) y un postre casero llamados frisuelos de los cuales nos explico la historia (buenisismos, todo casero) y la comida cuesta 17€ cada uno, que sinceramente aun que sea todo casero nos pareció un poco caro para no poder elegir… Luego Juan nos preguntó si queríamos cenar en la casa también y dijimos que si para asegurarnos la cena (que menos mal porque fuimos en noviembre entre semana y no había nada abierto apenas en esas adeas… TENEDLO EN CUENTA) Después nos fuimos a explorar la zona, vimos animales y los pueblos de ‘abajo’ y los lugareños muy amables y todo precioso. Recomiendo ver las Cuevas de Deboyu y el pueblo Rioseco. A las 21:30 fuimos a cenar, el frio del salón era insoportable y nos puso Juan una estufa mientras el menú era de sopa de marisco (genial), jamoncitos de pollo guisados com patatas (genial) y el postre crema de mascarpone con mermelada y caramelo hecho por Maria Jose al momento (increíble) y el precio fueron otros 17€ cada uno. Por la noche vimos a oscuras las preciosas estrellas que se ven desde ahí y al dormir pasamos bastante frío la verdad, tenía que haber dejado la calefacción mas horas puesta por la noche. Al dia siguiente el desayuno valía unos 7€ y constaba de cafe/colacao, 4 rebanadas de pan tostado, mermelada y mantequilla y un bizcocho muy rico casero, lo peor es que yo desayuno salado y se me quedó muy escaso, entonces le pedi algo salado y me trajo unas rodajas de chorizo y de jamón serrano por lo cuál subió a mas de 10€ el desayuno…. La despedida fué genial, nos deseo suerte y nos recordó que debíamos tener muchos hijos! Modo broma (creo) A todo esto le doy un 8/10, nos faltó para el 10 de 10 más calor, elegir algún plato de las comidas y más cantidad en el desayuno RECOMENDACIONES: RUTA DE ALBA (preciosa) COMER EN EL MERENDERO DE ANZÓ Y EN EL TROPICAL

Un lugar para desconectar, perderse y encontrarse a uno mismo. Totalmente rodeado por la naturaleza, y en un entorno que va cambiando cada mañana. Los dueños muy simpáticos y agradables. Todo esto hace que la estancia sea inolvidable.

Nos hemos sentido como en casa. Juan y Maria Jose son muy buenas personas. La comida deliciosa y la casa es preciosa. Sin duda repetiremos!

María José y Juan son muy agradables. Hemos pasado una noche allí y nos ha encantado :-) Vistas inmejorables, comida deliciosa y desconexión total

La comida demasiado bueno,el postre DELICIOSO. El servicio muy especial y el hotel lugar maravilloso!!!! Gracias, Maria Jose y Juan🥰

Ubicación increíble, relax asegurado. Estas en un Parque natural y hay que adaptarse a ese entorno, para asegurar se siga conservando tal cual. Tanto Juan como Mª Jose son encantadores, para volver en proximas escapadas y desconectar.