Casa Trabanco, España en Gijón

Agradable visita a Trabanco con Pablo de anfitrión, nos enseñó todo el proceso de elaboración y las enormes barricas de castaño donde se guarda la sidra, muchas gracias por hacernos sentir tan bien y por disiparnos algunas dudas en cuanto a la elaboración.

Quizás por ser domingo no me pareció el mejor día para acudir por aforo del local; eso hizo que los platos no llegaran bien repartidos y el servicio fuera regular.. La carpa muy cómoda para ir con mascotas. Raciones abundantes. Compramos sidra allí desde hace varios años y nos faltaba conocer el restaurante, repetiremos para comprobar si mejora la experiencia en otro día distinto a domingo.

Eramos tres. Reservamos una hora antes. Cuando llegamos hacia solecillo. Estaba ocupado a medias. Nos pusimos en el comedor interior, en una de las mesas grandes que tienen, ocupando nuestra parte. el resto de la mesa no se ocupo. Estuvimos muy trnquilos. Como no habia mucha gente, nos atendieron rapido. Decidimos pedir para compartir. - Una de Calamares frescos a la romana. Racion aceptable. Estaban ricos. Acompañados con un pequeño bol con una salsa. - Una de Tacos de bacalao. Los he comido varias veces alli. Creo que fue la vez que mas me gustaron, a pesar de que el bacalao que utilizan ya esta desalado. - Dos Pixines de ración ( 36 e/unidad ). Acompañado con patatas cocidas. Estaban muy bien cocinados. En su punto y sabrosos. Me gustaron bastante. Postre. Pedimos un Mihojas de Arroz con leche....se dejaba comer. Bebidas: Dos de sidra, 3 copas de rioja, un cafe, un carajillo y un chupito. El servicio y tempo platos correcto. Cada vez tengo mas claro que en muchos sitios, lo mejor es ir cuando no hay demasiada gente. Te atienden mejor y cocinan las cosas con mas tranquilidad, y por tanto estan mejor. Salimos a 51 euros/pax. Comiendo pescado la factura siempre sube.

La sidra sin alcohol está bastante conseguida. De todos modos para los sidrófilos es como beber sidra aguada, aunque con buen paladar. Si por circunstancias -médicas, profesionales, etc.- no se puede beber alcohol o en todo caso hay que reducir mucho su ingesta, una magnífica solución está en mezclar al cincuenta por ciento sidra sin alcohol trabanco con sidra con alcohol. Entonces sí el resultado se acerca sorprendentemente al de la sidra tradicional. Es más, alguno de mis comensales, el otro día, no percibió la diferencia. Es muy fácil: se vacían en dos jarras los dos "375" cl. de cada y se trasvasan a las botellas para conseguir una sidra medio alcoholizada y muy sabrosa.

Increíble el pote y el cachopo, destacó muchísimo el cachopo porque está rebozado con harina en lugar de con pan y eso lo hace más tierno , pedimos el clásico y además tiene queso ahumado de Pría! Mi queso favorito! El precio, el trato, el sitio ...todo increíble .Sin duda repetiremos.Gracias por todo !!!!!