Casa Tino en Valladolid

Excelente servicio. El menú consistió en una ensalada riquísima, un plato de un combinado de lomo de la olla, torreznos y chorizo frito y por último los huevos fritos y luego un postre. Todo estaba buenísimo. Un lugar muy agradable para compartir en familia.

Probar los huevos de oca, que os los hagan bien hechos. Riquísimos.

Un restaurante clásico de estos de toda la vida. La comida muy rica y el precio bien. Cuando vuelva a pucela repetiré.

Sitio espectacular comida muy buena y atencion por parte de Sonia e Isma, recomiendo su ensalada y sus huevos fritos con olla, todo buenísimo

Espetacular sítio interior muy chulo y terraza muy grande ambas zonas para comer igual, comida grandes raciones y muy buenas destacar sus ensaladas y sus huevos fritos con matanza, pôsteres caseros. Trato del personal impecable. Recomendo 100x100

La experiencia de probar los huevos(de oca)sin más,el de mi marido no estaba la clara cuajada y hay se quedó más de la mitad en el plato.Tardaron muchísimo en atendernos,muchísimo en llegar la cena(hablo de más de una hora en total). Creo que se les va de las manos,querer abarcar tanto,sin personal y teniendo mesas que apenas pasan entre ellas el personal que trabaja allí.Lo único que nos gusto(hablo de 6 personas)fueron las banderillas(de bonito y Gilda).Precio alto para ser simples raciones comunes y corrientes.Se paga estar en pleno centro.

Todo muy bueno pero los torreznos estaban fríos y no recién hechos.

Entramos a picar algo ,a este restaurante y acertamos de pleno, en el centro de Valladolid, local pequeño con terraza exterior ,la camarera muy amable ,pedimos croquetas, carrilleras y huevos rotos con lomo y patatas, estaba todo riqusimo, eso sí mejor reservar .recomendable al 100%

Una experiencia la verdad. Había leído muy buenas referencias sobre su triada mágica: Ensalada Tino, mixto de olla y huevos(en nuestro caso, de oca) con papas. Y puedo decir que no decepcionan, las recomiendo y mucho. La atención de la chica que nos atendió fue espectacular de diez, nos situó, nos puso un aperitivo mientras era la hora de abrir el servicio de cocina y me recomendó un ribera del Duero, para "quitar el sentío". De postre tomamos tarta de queso y café, todo esto con un timing espectacular, en pleno centro de Valladolid y un domingo de Ramos. Traigo todo esto a colación al hilo de las críticas que recibe este establecimiento que le han mermado de forma inaudita su nota en las reviews de Google cuando la comida, la atención del personal y su localización son excelentes. La verdad, no entiendo nada, si la modernidad era esto, no hemos entendido nada.

Estaba todo buenísimo, la camarera super maja y atenta, recomiendo mucho los huevos con patatas.