Casa Solla en Poio

Productos de primera calidad, excelentes y perfectamente preparados, con maridajes de vino magníficos.

La experiencia fue increíble, cada plato un sabor excepcional, los 3 camareros que había me hicieron la experiencia muy agradable y mis papilas gustativas se dieron un festín. El menú constaba de 3 partes, marisco, pescado y huerta pensando que este último me iba a sorprender menos, me lleve una grata sorpresa, muy equilibrado todo. Muchas gracias por el trato recibido en ese viaje gastronómico

Pasamos una velada increíblemente encantadora en este restaurante tan especial. El chef no solo sabe jugar con las texturas y los sabores, sino que el personal fue la clave de la experiencia. Fueron muy amables y atentos, moderando bien todos los platos. Nos decidimos por el maridaje de vinos y, como siempre busco "especialidades", se lo comenté al sumiller, quien también hizo un trabajo excelente al encontrar maridajes muy interesantes que complementaran la comida sin sobrecargarla. Nos encantó el toque local del restaurante y la ayuda de todos (no contactamos con todo el equipo de cocina), ¡y el personal de servicio hizo un trabajo perfecto! ¡Esperamos volver!

Una experiencia gastronomica IMPERDIBLE (como dicen en sudamerica). Excelente de principio a final.

Muy merecedor de su estrella Michelin.

En Poio la tocan como Los Angeles,tanto en Sala como en cocina. Felicidades Pepe una experiencia muy rica.

Casa Solla es un referente de la alta cocina gallega. Tanto en el restaurante como en la nueva vinoteca, la experiencia está garantizada. Producto, técnica y una magnífica carta de vinos se unen a un servicio amable en un espacio elegante donde la esencia gallega está siempre presente. Imprescindible en la zona.

Menú degustación que impacta. Un gran trabajo del equipo de cocina, con una creatividad y búsqueda de sabores a gran altura. Servicio de comedor impecable. Y la carta de vinos, de diez.

Fuímos a Galicia y este fué nuestro estrella Michelín elegido, y la verdad que nos decepcionó. Malo? NO, para volver, NO, el mejor estrella que hemos ido, NO. Voy a intentar contarlo. El sitio es PRECIOSO, tiene mucho estilo. El cocinero súper amable, el chavalio de Jaén, en prácticas, lo hizo GENIAL. El menú largo era un pase de marisco-pescado-verdura. Marisco rico, pescado MUY rico, verdura floja. Un estrella Michelin para mi no es un sitio donde comes bien, es una experiencia donde cada bocado te tiene que hacer cerrar los ojos, que te transmita, y muchos de los platos lo consiguieron, por su pureza, por ejemplo el MERO( sin nada, ni sal, sólo pescado) pero claro, MERO bueno hay en toda España... no tengo que ir a un estrella. Otros platos sin gracia. por ejemplo una patata que era un tranpantojo como de hueso-tuétano, pero era patata cocida. Flojo, flojo. Algunos platos tenían de acompañante pan, creo recordar una focaccia, un brioche, nada, sin gracia. en otros sitios te ponen un poquito de pan con aceite o mantequilla y te lleva al cielo, aquí apenas lo probamos. NO voy a un sitio así a comer pan Terminamos con una selección de quesos, mucho, tanto que nos sobró. el menú largo es muy contundente, son muchos platos, la bebida... Comimos bien, pero no nos emocionó. Cuando vamos a sitios con estrella, suele ser la palabra, emoción, aquí no. Es más, sin duda, de los peores estrella que hemos ido. Esto quiere decir que es malo? NO, simplemente que su concepto o idea no está alineada con la nuestra, o con nuestras expectativas. De turismo por la zona en una semana hemos comido mucho mejor en pescaderias, marisquerías etc. Pero lo pasamos bien :-)

Es imposible decir que cocina mal, y también decir que el producto no es excelente... todo es magnífico, inclusive la interacción on el titular permanentemente atento al servicio. Un pelin más de ración? Nadie diría que no, creo yo. La experiencia es buena,sinceramente duda