Casa Rural Antón Veiras en Ordes

Hermosa casa rural, cerca de Ordes. Bonito edificio, cuidada decoración y buena cocina. Un sitio muy agradable.

Un lugar encantador con comida extraordinaria. Visitar este restaurante en un entorno rural, fue francamente una experiencia excepcional

La casa por fuera es preciosa y por dentro espectacular. La atención de los dueños Inma, Castro y Nuria es inmejorable pero lo que más nos sorprendió fue su trato, lo buena personas que son. Nos hicieron sentir como en nuestra casa. Dicho esto las habitaciones son calentitas y preciosas, no se escucha ni un ruido. La comida es casera y de chuparse los dedos. Tardaré en encontrar un café tan bueno como los que prepara Jose Manuel. Volveremos.

Excelente acogida, casa muy bonita y confortable. Recomiendo cenar allí.

He he hecho tres veces El Camino De Santiago, y esta casa rural es la mejor que he estado, una habitación amplia y confortable y sobre todo muy limpia, el restaurante y sus platos son una pasada, el mejor pulpo de mi vida lo he comido, también es digno de mención la carne y el pescado con un punto de cocinado brutal. Y trato de su personal inmejorable, acabo de llegar y ya estoy pensando en volver, una pasada!!!!

Solo fuimos a comer. La comida buenísima y el sitio muy muy bonito y cuidado. La casa tiene muchos detalles

La casa rural Antón Veiras es fantástica en todo sentido. Un lugar acogedor, atendido directamente por sus dueños, en donde te sientes como en casa. El entorno es precioso, y las habitaciones -de estilo rústico- muy limpias y confortables. Si hablamos del restaurant, son palabras mayores: cocina de producto con el toque mágico de Inma. El pulpo es el mejor que he comido en Galicia. Impresionante! Pero aquí todo es rico. Gracias Inma, Jose y Nuria, y por supuesto, también a Irea y Paula.

Lo conocimos el año pasado, al terminar una etapa del Camino, y nos encantó. Este año nos acercamos desde la Vía Verde, y nos gustó más aún! La comida espectacular, el local precioso y son súper amables

Excelente comida y atención. Entorno muy cuidado. Llegamos en bicicleta y volveremos.

¡Qué agradable sorpresa! Una acogedora posada junto al Camino. Esta encantadora casa de piedra es justo lo que necesitábamos después de una agotadora caminata por el Camino. La comida fue absolutamente deliciosa. Y a un precio razonable. Los anfitriones fueron muy amables. ¡También honesto! Se me cayó un billete de 50 euros al suelo donde estábamos sentados. Llamó suavemente a nuestra puerta para devolverla. Feliz de recomendar este lugar. ¡Le doy cinco estrellas brillantes! Las habitaciones están limpias y tienen un encanto del viejo mundo.