Casa Palacio Bandolero en Córdoba

Una experiencia increíble en pleno corazón de Córdoba. Casa Palacio Bandolero combina a la perfección la cocina tradicional cordobesa con un ambiente elegante y lleno de historia. El salmorejo, las carnes a la brasa y los arroces son espectaculares — sabrosos, en su punto y con ese toque casero que marca la diferencia. El servicio es excelente: amables, atentos y muy profesionales. Un lugar con encanto donde se nota el mimo en cada detalle. ¡Totalmente recomendable, volveremos sin duda!

El sitio espectacular justo al lado de la mezquita, la comida está bien rica pero me da a mí que han escogido a los camareros más desaboridos de toda Córdoba.

El cerdo guisado estaba suave y delicioso. La sopa clara tenía un sabor perfecto. El helado de piña era refrescante.

Ambiente estupendo y agradable.

Buenas tapas y raciones. Tiene un gran patio interior estilo cordobés y está al lado de la mezquita.

Comida espectacular y el servicio extraordinario,volveré

Hemos comido el domingo día 5 de octubre , el servicio excelente , sitio muy acogedor. En cuanto a la comida el salmorejo muy bueno , la ensaladilla de langostinos súper , pero él bacalao confitado y la carrilleras de cerdo superior muy muy bueno ❗️

En cuanto a la comida, nada de qué quejarse. Pedimos el menú de 25 € con entrante, plato principal y postre. Estaba realmente bueno y en buena cantidad, así que nos fuimos sin hambre. El lugar es precioso y los baños estaban limpios. Sin embargo, la única pega fue que el servicio fue un poco caótico: tuvimos que esperar 15 minutos para tomar la nota, ni siquiera 5 minutos para el entrante y el plato principal, 15 minutos para el postre, 20 minutos para la cuenta, y tuvimos que preguntar varias veces. En su defensa, era sábado a mediodía con una boda al lado, y por suerte había un camarero joven vigilando nuestra mesa, porque si no, habríamos esperado mucho más... También notamos que no parecía haber muy buen entendimiento entre los empleados, ya que podíamos ver y oír ciertos gestos o críticas entre ellos, lo que se refleja en su actitud al atender a los clientes, aunque, por nuestra parte, no recibimos ningún comentario, salvo cuando mi compañero preguntó dónde estaban los baños; casi lo mandan a hacer sus maletas.

Tanta espera para comida y bebidas no recomendadas en esta zona, servicio lento.

Daniel ha sido un estupendisimo y muy agradable camarero. Siempre dispuesto a ayudar. Repetiría mil veces sin dudarlo