Casa Montalván en Sevilla

Local precioso, comida muy buena, una "pequeña" salvedad, le caimos mal a un camarero y no nos tendió como debiera, el resto del personal espectacular, os cuento. Llegamos y preguntamos a un camarero si podíamos sentarnos al ver una mesa libre, nos dijo que no, aunque llegó otra empleada, quizá por encima en el escalafón, que amablemente nos invitó a sentarnos. Sus miradas de desaprobación, a ella y a nosotros, no dejaban dudas. Pedimos la bebida y en mi copa de vino se acabó la botella que portaba, quedando escaso el líquido y, al ver que no acudía a terminar de aportar vino, y sí a solicitar la comida, le hice ver que primero debía de terminar de servirme el vino, a lo que accedió finalmente, no sin miradas reprobadoras. Al pedir la comida nos dijo, de manera fría, que era poca comida para siete personas y le tuvimos que decir que esa era la comida que queríamos pedir, ni más ni menos. Hubo que pedirle servilletas, que trajo seis, no siete, pan, seis trozos, no siete, y así una serie de cosas y miradas de ese camarero que hizo que, a pesar de la buena comida, del buen ambiente y de la amabilidad y buen hacer del resto del personal del restaurante, no estuviéramos todo lo a gusto que esperábamos, una pena.

Esto no es sólo comer. Es disfrutar la vida. Mis mayores felicitaciones al chef y a toda la gente que trabaja allí. Es comida para el alma y es increíble. Ve allí y disfruta de una agradable velada.

bonito sitio con buena comida....el broche a nuestra experiencia fue Alicia una grandisima profesional que estuvo en todo momento atenta para que nuestras comodidades fuesen excelentes!! Sin duda ella fue el broche a nuestro dia.

La verdad que muy bien , muy buena experiencia y una mencion para cristina por la atencion recibida

La antigua fábrica de cerámica reconvertida en un acogedor restaurante. En una cálida noche sevillana podrás disfrutar de deliciosa comida y terraza abierta.

Local de comida muy rico, en una antigua alfarería hermosa. La casita de madera con paredes decoradas de cerámicas le aportan al ambiente una estética hermosa y muy tradicional. La atención es buena y el servicio rápido. La comida muy rica y con un precio regalado para la calidad. Súper recomendado el Tataki. Un restaurant casual pero bellísimo en pleno barrio antiguo de Triana.

Todo delicioso. En nuestro caso, el servicio fue muy lento, pero valió la pena, el chef salvó la espera.

La comida mediante buena. Pero el servicio malo. Había una chica por la tarde que no sabe vender y me atendió de mala gana y todo el tiempo estuvo con él teléfono. No, volvería.

El bistec es delicioso, el restaurante es exquisito y vale la pena explorar las distintas áreas interiores.

Celebramos una boda íntima y la comida y el ambiente no pudo ser mejor.