Casa Montalván en Sevilla

Bebidas deliciosas y económicas.

Disfruté de una deliciosa comida en un agradable ambiente de cerámica.

Un edificio con historia en el maravilloso barrio de Triana. Cualquiera de sus terrazas en las diversas alturas es una preciosidad. Las cervezas fresquisimas y la comida desde el tapeo hasta lo más elaborado magnifica

Hemos estado recientemente y la experiencia ha sido muy buena. El sitio es precioso, con una decoración cuidada al detalle y un ambiente muy agradable que invita a quedarse. En cuanto a la comida, todo ha estado genial, especialmente las croquetas, el brioche y la ensaladilla, espectaculares. La presa fue lo único un poco más flojo: algo dura y pasada de punto. De postre probamos la torrija y la tarta de queso, y esta última fue sin duda el broche perfecto, simplemente deliciosa. El precio es algo elevado, pero la verdad es que merece la pena al menos una vez por la calidad general, el entorno y el servicio. Muy recomendable para disfrutar de una comida especial en un sitio con encanto.

En el corazón de Triana, puedes ver la historia en cada rincón y en cada una de sus paredes. El ambiente tiene ese encanto especial del barrio, con un toque tradicional que se siente nada más entrar. El servicio fue muy atento y amable. Solo había un chico atendiendo la parte de abajo del restaurante, y aunque se notaba algo saturado por la cantidad de mesas, lo llevó muy bien, siempre con buena actitud y una sonrisa. Se agradece mucho cuando el personal mantiene ese trato incluso en momentos de estrés. La comida está en buena relación con el precio: platos bien presentados, sabrosos y con porciones adecuadas. Todo en su punto y servido con cuidado. En conjunto, una experiencia agradable, con buen ambiente y atención cercana. Ideal para disfrutar de un ratito tranquilo en Triana, con ese toque que lo hace especial.

Este restaurante en el barrio de Triana es un verdadero descubrimiento. Un lugar donde se siente inmediatamente una calidez genuina y una hospitalidad sincera. El equipo no habla inglés, pero su esfuerzo por comprender y complacer a cada comensal es verdaderamente admirable; todo se hace con una sonrisa y un cariño sincero. La comida es sencilla, auténtica y absolutamente deliciosa. Cada plato está hecho con cariño, exquisitamente preparado y rebosante de sabor. La carta de vinos es pequeña pero bien cuidada, con opciones para todos los gustos y presupuestos, desde los más casuales hasta los más entendidos. Una combinación excepcional de comodidad, autenticidad y amabilidad. Disfrutamos cada momento, ¡y sin duda volveremos la próxima vez!

Un sitio muy agradable, con un ambiente tranquilo y un servicio atento. La comida está muy buena, bien elaborada y con buenas raciones. Se nota el cuidado en los detalles y el trato del personal hace que la experiencia sea aún mejor. Sin duda, un lugar al que merece la pena volver.

El sitio está bien, pero me esperaba otra cosa, los baños reguleros para mal, que me fijo mucho en ese detalle, dice mucho de un restaurante. La comida muy normalita, y el servicio poco profesional.

Restaurante bonito.fuimos callejeando y entramos a tomar algo y genial.el camarero un 10 amable simpático y con mucho arte

No hablo alemán, mi inglés es malo. El mejor servicio en Sevilla hasta ahora.