Casa Mató en Barcelona

Un acierto! Buenísimo el arroz, que nos recomendó Ezequiel. Además de su buena atención. Volveremos seguro!

Es nuestro restaurante favorito del barrio y nos sentimos como en casa !! Comida siempre a la altura y servicio top! Gracias y a seguir así !!

Espectacular. Vamos a volver año tras año

El sábado 6 de Diciembre celebré mi cumpleaños. Nos atendieron super bien. El servicio sobre todo de Sergi, super atento, los platos muy buenos y nos sentimos muy acogidos en un reservado privado que nos ofrecieron. Repetiremos seguro. Todo era estupendo.

Hemos comido muy bien, y el servicio de Dolly execelente!

Un excelente restaurante, con una propuesta gastronómica y servicio inmejorables. Destacar el plato de pluma ibérica y las alcachofas con jamón. ¡Repetiremos seguro!

He venido a una celebración y nos han atendido los camareros Doli y Ezequiel, muy atentos con todos los invitados y súper pendientes en todo momento de lo que cualquier invitado podía necesitar. Muy buen trabajo Doli y Ezequiel.

Restaurante en Barcelona con una ubicación perfecta. Dispone de una terraza en la calle, que con días de sol y las noches de verano es muy agradable. El servicio es rápido. El personal amable y servicial, además de simpáticos. La decoración del restaurante es muy agradable y acogedora, y el ambiente es tranquilo y relajado. La comida está muy buena. Se nota que trabajan con productos de calidad. Las croquetas buenísmas y las alcachofas con salsa romesco, excelentes. Luego comimos la ternera troceada en dados y estaba súper tierna. La verdad que nos encantó y comimos muy bien. Ganas de repetir para poder disfrutar del salón interior que se ve muy muy agradable para una comida tranquila en buena compañía.

Giada, muy amable y profesional, sólo falta que entienda el catalán. Sin embargo es un lugar muy bonito y realmente bueno, la berenjena fue de traca y pañuelo y los arroces brutales.

Fuimos a comer a dos personas un día de diario. Menú de mediodía 29€. Ensalada o pasta y de segundo cerdo o Xurrasco, y agua embotellada de filtro. Un menú que en muchos sitios no pasa de los 14 o 15€. Mesas enganchadas que no facilitan la conversación, y nadie del servicio hablando catalán.