Casa Falcors Pontearnelas en Vilanova de Arousa

Estuvimos por la mañana y nos gustó tanto que repetimos por la noche, raciones grandes y comida muy rica por un precio más que razonable, por la mañana pedimos croca y calamares y por la noche pulpo y calamares y todo estupendo. Fuimos con nuestra perrita y le trajeron unos trozos de churrasco para ella y agua, y con la comida sobrante te traen un tupper para que te lo lleves a casa. Postre no pedimos, eso nos queda pendiente para la próxima vez pero al verlos pasar daban ganas de pedir uno aunque ya no podíamos comer nada más incluso sobró comida.

Buena cómoda casera para menú diario

Buena comida y contundente ,sales a rebentar

Está muy bien para tomar un.vino en terraza, incluso para comer ,, la atención buena

Hemos comido alli, hacia un poco de frio, la comida buena y rica, tienen aparcamiento grande. Precio absequible y abundante comida.

Buenísimos y contundentes menús a buen precio.

Excelente lugar, buena atención, la comida muy rica, de calidad. Entrada, plato principal, postre, cafe y bebida. Todo por un precio muy accesible. Recomndado 100%.

En un lugar recóndito de interior se encuentra esta joyita escondida que ofrece una cocina sencilla, hogareña, sabrosa, con producto gallego de calidad y con una relación calidad/precio difícil de batir. La atención es muy amable, cariñosa, cercana, cálida, con el mejor afán de servir al cliente para que se sienta lo más a gusto posible. Hemos estado en dos ocasiones: una cena y una comida en día laborable (en este caso solo ofrecen menú) y ambas ocasiones eran de celebración que nos llevamos como un recuerdo inolvidable. La primera vez fue la cena y nos encontramos este sitio de casualidad, recomendado por otro hostelero en el que aterrizamos, pero que ese día tenía un problema con el servicio y la cocina y no podía atendernos. Nos costó un poco encontrarlo, pero mereció la pena. Para empezar disponen de un parking muy amplio en el que dejar el coche dentro del recinto donde se halla ubicado el restaurante. Las instalaciones están muy limpias, el aspecto de la edificación, el interiorismo y la decoración es rural, pero honesta, digna y noble. Disponen de una terraza cubierta y una exterior muy amplias para disfrutar de los días en verano. Cenamos 12 personas de raciones (razonablemente abundantes, una buena cantidad sin los excesos de otros sitios por el estilo en los que prima más la cantidad que la calidad) y todo lo que pedimos estaba exquisito: bien preparado, recién hecho, riquísimo, rematado con una cuenta sin sorpresas que nos dejó tan buen sabor de boca como lo que habíamos cenado. Una sensación de honradez que nos invitó a repetir. Y repetimos. Esta vez para comer. Reservamos para 6 y ya se nos advirtió que era menú. Se trataba de la celebración de cumpleaños, pero no nos importó y nos presentamos. 3 primeros y 3 segundos a elegir, bebida, varios postres (a elegir) y café estaban incluidos en el precio (12€) Entre los 6 nos pedimos prácticamente todo el menú. Todo lo cocinado en el restaurante estaba buenísimo. El restaurante estaba a tope: lleno el salón, llenas las terrazas y, aún así, nos atendieron en un tiempo muy razonable pese a que disponen de un personal limitado. Los postres no eran caseros (industriales) y desmerecían un poco la oferta gastronómica a la que nos tienen acostumbrados. Quizá aquí deberían desarrollar el amplio margen de mejora que tienen. Por lo demás, unos cafés estupendos, una sobremesa agradable y, nuevamente, una factura sin sorpresas. Sin duda, repetiremos en cuanto tengamos ocasión.

Muy agradable comer bajo la higuera, menu corto pero buena calida

Lugar con buena comida y buen aparcamiento