Casa El Marmio en Oviedo

Comida y servicio de 10, la tarta de queso un espectáculo. El mejor restaurante que hemos probado en Asturias. Volveríamos 100%

Uno de los restaurantes favoritos de Oviedo , comida riquísima, calidad excelente.. todo fue perfecto. Atención muy buena .. cuando volvamos por Oviedo parada obligatoria

Vinimos unos dias de vacaciones desde Barcelona, este restaurante lo encontramos de casualidad, vaya casualidad. Comida de 10! Volveremos seguro.

Menú del día en viernes por 14€. Buena relación calidad-precio. El comedor estaba lleno entonces había un poco de ruido. El servicio bueno, los camareros trabajando a toda velocidad. Recomendable

Una grata sorpresa!! Pedimos para compartir croquetas, cazuela de picadillo, croquetas de jamón, escalopines y tortilla de merluza. Todo riquísimo y cantidades perfectas. Cuando llegó la tortilla bañada en salsa me dije, Puff, no me va a gustar, hasta que probé esa maravilla, me echo para atrás la salsa…POCA me parece, realmente fue ESPECTACULAR. Y los postres lo mismo, buenísimos. Amenazo con volver, porque, habiendo probado todo esto, me imagino el pote y se me hace la boca agua 🤤

Comida riquísima, abundante cantidad (hasta puedo decir que se pasan) servicio atento y muy amable. Una gran sorpresa venir con los amigos desde Madrid y parar en este sitio. Muchas gracias.

Pues otra reseña excelente más que se llevan, lógico y normal... El trato buenísimo, sobre todo de Santi que fue el que principalmente nos estuvo sirviendo, con su buen acento asturiano y su simpatía y amabilidad, de 10. El sitio también muy bien, con sillas cómodas, no de las que te invitan a marcharte. Y ahora voy con la comida...: Fuimos a comer 3 personas. Pedimos ensaladilla rusa al estilo Marmío con langostinos en su jugo, una sartén de jamón, patatas y huevos, y un cachopo vaqueiro de alzada. De aperitivo nos ponen un paté de pescado y verduras, para ir entrando en materia, y el pan que sirven en la mesa es de dos tipos, uno de ellos de maíz (el que más nos ha gustado de los dos). La ensaladilla buena no, lo siguiente, tanto los langostinos como el atún que lleva por encima la ponen a un nivel muy alto; nunca había comido una ensaladilla tan equilibrada y sabrosa, y mi comida preferida es esa, la ensaladilla... La sartén de jamón, patatas y huevos también muy bien, el jamón tenía el gusto y estaba lo suficientemente salado como para compensar a las patatas fritas (que estaban lo justo de fritas, más bien poco fritas, que personalmente me gustan porque me recuerdan a las de mi güela). Y el cachopo... ¡mamina el cachopo!... Nada grasiento, el rebozado muy fino, la ternera también, y todo el interior que lleva tan bien combinado... Entra sólo por el gaznate, nada pesado, y si te descuidas te lo calzas en un pispás, y mira que es grande... Las patatas de acompañamiento también poco fritas, que personalmente me presta por la vida. Pero llega el momento del postre, y se me ocurre (de los 3 que éramos) pedir la tarta de queso... Bendita la hora... Primero me he comido el helado de arándanos que la acompaña y luego... (Lee bien despacito e intenta cerrar los ojos en cada parón que leas pensando en lo leído): Tiene ese punto de dulzor que me ha hecho ver las estrellas mientras la comía. Partir con cada cucharada esa base terrosa de galleta, después de haber atravesado con ella esa tarta tan cremosa... Da igual por donde clavases la cuchara que pasaba hasta la base como si estuviera embadurnada en aceite, osea... ESPECTACULAR, para mí insuperable. El arroz con leche estaba muy bueno también, con el grano bien entero (no crema de arroz con leche), muy meloso. Del melón no digo nada, que decía la comensal que estaba muy bueno también. Volveremos, SIN DUDA ALGUNA, tenemos que llevar a este sitio a amigos y familiares para dejarles sorprendidos con la comida y el buen trato recibidos. Mis dieces.

Cenamos, con reserva, 11 personas, las raciones muy generosas, el sabor muy bueno y definido ( caso de croquetas de jamón y de chosco, igualmente con tres variedades de cachopo), variedad también de postres. El servicio muy atento y dispuesto.

He ido en varias ocasiones y siempre ha merecido la pena, buena comida y calidad.lo único que no me gusta es un camarero que tienen que se mete y te quita cosas de la mesa sin pedir permiso ni ser la mesa que le corresponde.te lleva plato antes de terminar, se lleva el pan y luego tienes q acabar pidiendoselo al camarero que le corresponde la mesa.. sino fuera x esto sería 💯

Fuimos cuatros personas a comer, reserva hecha vía internet día anterior. 5 minutos de espera en barra de rigor ya que pese a ser jueves estaba lleno. Menú con 3 primeros y 3 segundos más postre bebida y café 14€, muy recomendable. Raciones carta fritos pixin y escalopines muy abundante. Era la primera vez, y seguro que repetimos.