Casa Berrinche en Sevilla

La primera vez que hemos estado y nos ha gustado mucho,el sitio súper bonito,la comida muy buena y el personal (Isidro)muy agradable y atento,volveremos sin duda!!!

Un sitio precioso y muy agradable para comer.La comida excelente y muy buenas raciones ( la paella de cola de toro que comimos excepcional).Todo el personal muy amable y destacar a Isidro,el camarero que nos atendió con gran amabilidad y gran simpatía ( Un 10 para el).

Un sitio muy agradable para tomar algo o cenar, los cocktails son de mucha calidad. Nos atendió un camarero llamado Omar que en todo momento nos recomendó los mejores cocktails y estuvo atento a nuestras necesidades. Juan Ándrés se aseguro de acomodarnos en la mesa que queríamos y también estuvo atento en toda la velada. Recomiendo 100% este establecimiento.

No creo que se pueda comer mejor en Sevilla, simplemente impresionante!!!

Muy buen trato y todo muy bueno,un sitio muy fino y camareros muy amables,muy recomendable

Buen lugar junto Puente de Triana. Buena comida y servicio.

Hemos cenado aquí y la comida es exquisita, no sabíamos que elegir ya que nos llamaba la atención toda la carta! Hemos tenido la suerte de que nos atienda Raúl (un camarero súper amable, atento y simpático) y nos ha aconsejado qué comer y ha acertado al 100%! Comida buenísima y atención excelente! Volveremos sin duda!

Después de trabajar hemos decidido cenar y tomar el fresco en Casa Berrinche. Hemos pedido las puntillitas que están riquísimas y las patatas bravas caseras y son un espectáculo! De postre la tarta de queso y la torrijas, todo nos lo ha aconsejado Raúl un camarero muy atento y simpático. Nos ha gustado tanto que la copa de después de la cena la hemos tomado allí en vez de irnos a otro lado (mojito de la casa buenísimo). Trato inmejorable y comida estupenda, lo recomiendo encarecidamente.

Probados el café con leche (muy bueno), la tarta de queso (buena), y la torrija casera con helado de vainilla (riquísima!). Buena atención, hermoso local.

Mi marido tenía muchas ganas de ir y por casualidad hoy al pasar hemos podido reservar para comer. La ubicación perfecta pero las mesas demasiado juntas.La comida normalita y lo peor es que estaba fría, los huevos rotos fríos y con la yema totalmente seca, el solomillo igual frío aunque estaba muy bueno. En cuanto al servicio mal, no pueden tener camareros que no saben servir, ni cuando tienen que cambiar los platos y tener que estar pidiéndole las cosas más elementales, como cuchara para servir, si no es por Roberto, que creo que es el encargado, que ha estadouy pendiente y rápidamente se ha dado cuenta y nos ha solucionado todo. Creo que con la ubicación y el turismo tienen todo lleno con lo cual creo que los locales le sobramos.