CASA BALCELLS en Tarragona

La comida perfecta y las camareras cuidando hasta el ultimo detalle. Alina y jimena estuvieron cuidando cada detalle. Los perritos son bienvenidos y esran comodos porque la terraza es amplia. Es nuestra segunda vez

Servicio impecable, comida deliciosa y un ambiente tranquilo y cálido. Nos lo pasamos de maravilla.

Todo buenísimo, lo encontramos por casualidad y la verdad que es un acierto seguro , la comida muy buena , sabrosa y raciones correctas

Hemos comido muuuuuuuuuyyyyy biieen, super agusto y además con el privilegio de estar junto a la catedral. Y gracias al servicio que fue encantadora y super atenta, ( ibamos con una perrita, y le pusieron agua, detalle a destacar que no ocurre en todos los lugares).

Excelente. Un lugar agradable, céntrico, con buena comida y servicio perfecto.

El servicio de los camareros muy bueno y en especial el trato que nos ha dado una camarera de gafas (de la que se nos ha olvidado preguntar el nombre). Hemos pedido un arrosejat que estaba buenísimo y de postre una crema catalana y un coulant que tambien estaban riqusimos, pero el resto de platos que veíamos pasar tenían muy buena pinta. En general, un sitio muy recomendable y al que volveríamos.

Muy buena relación calidad precio, servicio y ambiente!

Muy buen ambiente, la comida muy rica y el servicio muy bueno, muy amables. Vistas espectaculares al lado de la catedral de Tarragona

Muy buena atención de Alina y Jiménez. Rapidez en el servicio. Aseos limpios y cuidados (con su jabón y papel para secar las manos y todo) Muy buena ubicación pegado a la catedral.

Cenamos aquí con mi hija y su novio durante una visita de 5 días a Tarragona. Había parado para después de la cena bebidas un par de noches antes y me encantó el ambiente y la gran ubicación justo fuera de la catedral muy iluminada en el casco antiguo. A juzgar por los clientes, es claramente un lugar popular entre los lugareños, en lugar de existir para los turistas y esto se sumó a la experiencia. El menú de comida y bebidas es bastante extenso, pero compartimos una buena gama de tapas y vino entre 4 de nosotros que eran deliciosos. Había un montón de opciones vegetarianas que no siempre es el caso en España. El servicio fue muy bueno con la comida llegando más rápido de lo que esperábamos, pero luego no hay prisa para salir de la mesa. Sentarse fuera en la terraza era encantador. Si no hubiera empezado a llover, sin duda nos habríamos quedado para después de la cena bebidas. Los precios eran un poco más altos que algunos de los otros lugares del casco antiguo, pero todavía mucho más barato que en Inglaterra.