Carretas en Santiago de Compostela

Pedimos uno de los menús cerrados que tienen y estaba todo exquisito. Salvo las raciones de pulpo, todas las demás eran abundantes. El servicio y el ambiente muy agradable.

Varias opciones de carne y pescado sin gluten. Hay opciones de estofados sin gluten. El coulant no es sin gluten pero gustó mucho a mi familia!!

Fuimos a comernos una mariscada después de hacer el camino De Santiago con toda nuestra ilusión, reservando un par de días antes y al pedir nos dicen que no hacen mariscada desde hace un año. Reserve porque vi en las imágenes mariscadas. Si queréis comer una mariscada este no es vuestro sitio. La comida esta buena y el servicio un poco lento pero bien.

Paseando por el centro histórico, notamos que el local estaba lleno y a las 22:40 nos sentamos a comer y fuimos muy bien recibidos. Pudimos elegir los platos con facilidad y probar la cocina gallega (mariscos frescos y muy sabrosos). El lugar nos sorprendió gratamente.

Hemos estado solamente una vez pero la experiencia ha sido increíble, una de las mejores paellas con bogavante que me comido y tengo ya 52 años. Sitio totalmente recomendable.

Buena experiencia en Restaurante Carretas, bien es cierto que comimos de tapas , los berberechos estaban muy bien. El servicio y trato es agradable y la ubicación es perfecta para peregrinos que finalizan el Camino de Santiago. Sin duda recomiendo este lugar.

Todo estaba espectacular. Nos atendió Cristina fue muy amable y muy profesional. Volveremos sin dudarlo.

En la página web dice que cierran cuando quieren, tenlo en cuenta. Fuimos a cenar porque nos encantó nuestro último Camino y estaba cerrado.

Restaurante Carretas – Una experiencia gallega auténtica Tuve la suerte de comer en el Restaurante Carretas y salí con la sensación de haber vivido una auténtica comida gallega, de esas que reconfortan el cuerpo y el alma. El local tiene un ambiente elegante y tranquilo, muy bien cuidado, con un servicio atento desde el primer momento. Me sentí cómodo y bien recibido, sin prisas y con mucho respeto por el ritmo del comensal. La comida fue excelente. Probé un arroz con marisco que estaba en su punto justo, con ingredientes frescos y un sabor potente pero equilibrado. Antes de eso, me ofrecieron un pulpo a la gallega tierno y sabroso, acompañado de un buen aceite y pimentón, sin artificios, como debe ser. El pan era fresco y la carta de vinos tenía muy buenas opciones para acompañar sin complicaciones. El trato del personal fue impecable: cercanos, educados y con ese toque gallego que hace sentirte en casa. Me gustó que se notaba que disfrutan su trabajo, lo que siempre suma a la experiencia. Es un lugar donde se come bien, sin ruidos innecesarios, con platos abundantes y bien presentados. Salí satisfecho, con ganas de volver, y con la sensación de haber elegido el sitio perfecto para una comida en el corazón de Santiago. Totalmente recomendable.

Atención del camarero y camarera excelente. Muy agradables y me aconsejaron muy bien. Comí en el exterior ya que hacía un día muy bueno con sol y sin aire. Hasta que llegaron los platos me trajeron una tortilla de patata buenísima. Tomé chipirones con salsa mahonesa (iban acompañados con otra salsa con ajo pero les pedí que me la cambiaran) y un Raxo extraordinarios. Cantidad y calidad. Rápido servicio. Había poca gente a la hora que fui y la atención fue genial. Relación calidad/precio muy buena.