Carlota Akaneya en Barcelona

La comida es espectacular, no solo la calidad que es excepcional sino también la experiencia en la mesa. El servicio muy amable. Repetiremos seguro.

Todo perfecto, una experiéncia única. Lugar, comida y servicio inmejorable!

Un lugar realmente agradable para comer una barbacoa japonesa.

El servicio maravilloso, comida brutal, pero lo que pasa en el baño, se queda en el baño...retretes con chorritos limpiaculos!

Increíble experiencia, la carne es muy muy buena, de hecho es la mejor del mundo, el resto de la comida buenísima también. El local es muy acogedor y el personal super amable.

Impresionante, desde el momento en que entras son muy atentos, el ambiente super agradable y la iluminación muy acertada. Los platos son una auténtica delicia, todos. Desde el más sencillo como pueden ser unos edamames hasta el postre. El Kobe una experiencia única. Fui ayer y tengo ganas de volver.

Buen ambiente tradicional, buena comida y producto japonés, personal joven y atento; lo recomiendo. Carlota Akaneya es el primer sumibiyaki de Europa (grill yourself), y uno de los pocos sitios de Barcelona donde “gritan” en japonés al entrar dando las gracias por tu visita. Utilizan un carbón especial “michotano” de larga duración. No produce chispazos ni humo; no huele y no es tóxico. Muy importante para que el producto no sea arruinado por un carbón de baja calidad (se quema romero como aromático). Fui en enero y pedimos el menú corto de entonces. La gran mayoría de platos vienen medio hechos de la cocina y se terminan en la mesa, por lo que hay que tener ganas de divertirse y formar parte de la cadena de trabajo. Del menú destaco una parte: COMIDA: 1. Gyozas wagyu. Bien calientes y tiernas. La masa en su punto y la alfalfa muy fresca. Presencia notable de salsa de soja. Parece poca cosa, pero no se hace un bocado pequeño y tienen gran sabor, son consistentes y comerciales. 2. Miso soup. Sabor muy limpio a alga, tofu, shiitake y cebollino. Es una sopa pura, ligera de sabor pero latente y recuerda a la cocina de la abuela. 3. Tallarines. Unos tallarines aromáticos y remarcables. Algo tan sencillo tiene un sabor umami delicioso y un regusto a puerro y apio asado muy adictivo. De los mejores tallarines que he probado. 4. Gambas a la sal. Sinceramente no tienen nada de especial. Son frescas y cocinadas a la sal quedan jugosas, pero diría que no es la mejor calidad de gambas, ni de mostrar técnica japonesa. 5. Cortes de wagyu Son 4 cortes diferentes de carne Wagyu importada desde Japón y 3 tipos de salsas. Se nota la calidad y la denominación japonesa. Es un producto más delicado que las importaciones estadounidenses o canadienses y con tan solo un poco de calor y sal es suficiente para degustarlas. Las salsas eran muy superfluas, no tenían trabajo. 6. Melón con granizado de melón japonés. Increíble la calidad del melón, la dulzura y la jugosidad… el granizado sabe exactamente a concentrado de melón y es una textura muy valorada al ser tan rara y bien ejecutada. Es un postre que recuerdo y se me hace la boca agua. SERVICIO: Es un restaurante donde te sientes sano después de comer. Es muy limpio y tranquilizante; es íntimo y se recuerda perfectamente pasado el tiempo. Los camareros son jóvenes y se desenvuelven muy bien sirviendo. Me ha gustado sentir modernidad en un ambiente y cocina tan tan tradicional. Felicidades y gracias por hacer tan buenos servicios y ofrecer una cara honesta de la cultura japonesa.

Muy buena. Ana, la que recibe a los clientes , un encanto y una gran profesional

Local que te recuerda a un Izakaya típico japonés: austero, mesas simples, lavabo típico …. Y mesas con brasas!!!!! Sumibiyaki japonés en Barcelona. Trato amable ya solo entrar con explicación de las características del restaurante y sobretodo del Kobe beef!!! Excelente explicación de los platos y de las caracteristicas del Kobe beef. Muy buena cena pero mejor experiencia . Para repetir en breve. Ah, y no es caro!!!

Un restaurante japonés especial, buen recibimiento. Te dan una toalla caliente para que te laves las manos. Y seguidamente te acompañan a la mesa, la mesa tiene un brasero en medio donde irás haciéndote tu mismo la carne. Tiene dos menús, uno más caro y otro más económico, en esta ocasión elegimos el más económico, aún así entran bastantes platillos, aunque poco abundantes. ( es lo que suele pasar en este tipo de restaurantes ) los camareros que te van sirviendo te van haciendo una explicación de lo que es cada cosa y te aconsejan de como debes comerlo, cosa que hace que sea muy interesante. Estaba todo muy rico, pero repito, poco abundante.