Can Ros en Barcelona

Bar restaurante de toda la vida, se echa de menos más sitios como estos 👌👌 Buen servicio, buena comida, no se puede pedir más.

Buenas tapas y menú del día bien de precio

He ido hoy por primera vez, hemos pedido tortilla de alcachofas, calamares, morro, cabeza y pata y unas anchoas. 2 vermuts y 1 agua y pan con tomate. Todo 46€. El hocico frito, aquí lo sirven frío, estaba muy duro. Hemos preguntado y nos han dicho que siempre le habían servido allí frío. La cabeza y pata estaba fría, tipo ensalada. Los calamares muy buenos, las anchoas bastante saladas y echan salsa tipo espinalaer que tapa el gusto del producto. El pan buenísimo. Resumen: careto y local muy ruidoso. A destacar los calamares, el resto normalito.

Ubicado en el extremo este del barrio de Gràcia, Can Ros es un clásico de la zona, abierto desde hace más de 50 años. Disponen de una carta amplia con tapas frías y calientes, bocadillos fríos y calientes y un menú diario. En algunos platos dan la opción de pedir medias racciones. Nosotros hicimos una comida pidiendo diferentes tapas (anchoas, bravas, albóndigas, calamares con salsa de vino, croquetas de jamón, asado y setas) y postre. De lo que probamos quizá escogería las albóndigas, el resto correctos sin más. Quedan pendientes los calamares romana que tienen fama de ser de lo mejor que hacen en Can Ros pero sólo en domingos y festivos. Local no muy grande y muy ruidoso. Disponen de terraza. Cámaras simpáticas. Relación calidad-precio-cantidad correcta. Uno recomiendo que si va, no lo haga con expectativas demasiado elevadas, si lo hace así, seguro que saldrá más contentos.

Deliciosa experiencia de tapas en una atmosférica decoración española. Al entrar en este restaurante sentí inmediatamente un ambiente cálido y acogedor. El interior está bellamente decorado de forma auténticamente española con un diseño antiguo que encaja perfectamente con el ambiente. Casi sentí como si hubiera dado un pequeño paso hacia España, lo que por supuesto fue una gran primera impresión. Cada detalle de la decoración fue elegido con mimo, desde los colores y la iluminación hasta la disposición de las mesas. Esto creó un entorno ideal para una comida española auténtica y relajante. La comida en sí era absolutamente deliciosa. Las tapas estaban preparadas con atención y tenían un sabor auténtico. Cada plato que pedimos llegó a tiempo y claramente fue preparado con cuidado. La diversidad del menú hizo difícil elegir, pero todo lo que probamos fue de excelente calidad y recién preparado. Los sabores estaban bien equilibrados y se notaba que los chefs están bien informados. Tanto si te apetece una tortilla clásica, patatas bravas o algo más sorprendente, el restaurante ofrece una amplia selección que cualquier amante de la cocina española agradecerá. A pesar de la aglomeración, el servicio fue impresionantemente rápido y atento. Los empleados irradiaban tranquilidad a pesar de que el restaurante estaba completamente lleno. Realmente parecían tenerlo bajo control y siempre traían los pedidos a la mesa a tiempo. Además, fueron muy amables y atentos, lo que sólo hizo que nuestra experiencia fuera aún mejor. La combinación de un servicio rápido y eficiente y un personal amable nos hizo sentir realmente bienvenidos y capaces de disfrutar la velada cómodamente. En definitiva, este restaurante es muy recomendable para todo aquel que ama las tapas. La combinación de comida deliciosa, un interior atractivo y un servicio excelente hicieron que esta velada fuera un éxito. ¡Este es sin duda un lugar al que regresaré una y otra vez y con mucho gusto lo recomendaría a otros!

Una auténtica bodega de barrio con tapas muy buenas. Me encantó

Me gustó mucho el servicio de nuestro camarero y el ambiente del restaurante, pero la comida me pareció regular, nosotros pedimos ensaladilla rusa, pan entomatado, arroz negro, ensalada de queso con higo. Eso sí, el postre caneloni de mango con helado estaba delicioso!

¡Un menú espectacular, los camareros muy profesionales!!

Me dieron un postre bien rico y super sencillo de queso con miel de abeja que me encantó!!!!!

Solo hemos estado una vez, fue cenando. Lo que pedimos estaba muy bueno, y los camareros fueron muy rápidos en traernos las cosas, pese a que el local estaba lleno (también es cierto que el bar es pequeño)