Can Majó en Barcelona

Hace más de 10 años que voy a Can Majó y sigue siendo un lugar top. La comida, el ambiente y, sobre todo, el servicio son siempre excelentes. María, Raquel y Fernando nos atendieron de lujo — realmente pasamos un momento estupendo. 100% recomendable.

La comida estaba fresquísima y deliciosa. ¡El personal es muy amable y profesional! Probé varios platos, pero no les saqué foto.

Paella deliciosa y un ambiente muy agradable. Sin duda volveré :)

Restaurante Can Majó – Barcelona 🌊🍤 Si estás en Barcelona y no pruebas la paella de marisco de Can Majó, te lo estás perdiendo. Sin duda, una de las mejores paellas de marisco de nuestra vida. Tuvimos la suerte de sentarnos en la playa, con los pies en la arena, una copa de vino en la mano, contemplando el mar mientras la paella dorada llegaba a la mesa. ¡Increíble! El servicio fue excelente, las reseñas no mienten. Camina hasta la playa, coge una mesa fuera si puedes (o suplica que te la den), pide la paella de marisco, una botella de vino blanco español bien fresquito y simplemente disfruta. Pura magia barcelonesa.

¡La comida, los vinos y el servicio son realmente buenos!

¡Un restaurante buenísimo! ¡Carlos es un camarero fantástico! ¡La comida está absolutamente deliciosa!

Can Majó (Barcelona) Restaurante ubicado en la Barceloneta. UBICACIÓN: Definitivamente no se va a este lugar por la ubicación; es un restaurante clásico. 6/10 MENÚ: Tienen una carta limitada pero de muy alta calidad, además de una carta de vinos, además de la clásica sangría en varias versiones. Entrante: mejillones a la pimienta; se nota que están frescos y bien cocinados, lo cual no es seguro porque muchos mejillones se secan. Primer plato: Pedimos una paella de marisco, y me pareció mejor que la de otros restaurantes anunciados por muchos blogueros gastronómicos, porque la caramelización del arroz estaba muy bien hecha, además de la calidad del pescado. En este sitio se pueden encontrar PERCEBES, que no se encuentran fácilmente. Segundo plato: Pedimos un pescaito frito del día, con anchoas. 9/10 Personal: Amable y cortés. 7/10 PRECIO: El precio promedio es medio-alto, justificado por la frescura del pescado. Tienen una buena carta de vinos, y el precio varía según lo que pidas.

¡COMIDA DE PRIMERA! La paella de trufa era de oro.

Pensamos que habíamos reservado un siete y un cuatro, pero IT parece que en realidad reservamos un dos y un cuatro. Los siete llegaron a dos pero los cuatro se retrasaron. Pedimos mesas contiguas, pero luego pedimos unirlas a una mesa para 11 una vez que llegaron los cuatro. Esto bien podría haber llevado al personal de Servicio a la distracción, pero eran fríos y profesionales. El personal era muy servicial y gestionaba los dos grupos en una mesa sin romper su paso. Servicio rápido y eficiente, con camareros que hacen frente al grupo que habla con ellos en Inglés y Español (castellano) y hacer frente bien a todos los diferentes nombres de pescado y carne en ambos idiomas. Nos quedamos hablando al final durante una buena media hora sin que NO nos apurara. Personal muy amable y relajado La comida se cocinó a la perfección (bife de merluza no demasiado cocinado en absoluto, lo mismo con estofado de pescado y peces monje). El menú era claro y variado y tenía IT en varios idiomas con buenas traducciones (precisas) de los platos. La cocina era variada de clásicos regionales pero todos cocinados a la perfección y presentados atractivamente. Las bebidas estaban bien refrigeradas y llegaban bastante rápido cada vez. El entorno era en una terraza cubierta (las mesas también estaban disponibles en el edificio principal) que se hizo lo suficientemente privado por paredes de vidrio en el exterior, pero todavía se sentía que estaba comiendo en el paseo marítimo. En general, una experiencia memorable de comida agradable

Lamentamos decir que en esta ocasión no estuvieron a la altura de su reputación, ya que siendo totalmente honestos y objetivos, jamás nos habían servido unos supuestos "percebes gallegos" tan incomibles que no podían ni despegarse de la piel ( lo llamativo fue que no preguntasen nada al recoger un plato de 48€ en el que casi la mitad quedaron abiertos sin comer e incluso alguno masticado ). La otra decepción mayúscula fue el gallo de Sant Pere al horno ( para nuestra sorpresa su versión de "al horno" fue un trozo de pescado mal descongelado porque estaba mas duro de lo que debería y ahogado en salsa). Por todo ello ( e insistimos que nos referimos a esta ocasión) y en base a nuestra mala experiencia de ese día, suspenderíamos a su cocina y en consecuencia a su relación calidad-precio. En cuanto al personal destacaríamos tanto la atención recibida como su amabilidad, nada que objetar ( a excepción del detalle de no preguntar, aunque otorgándole el beneficio de la duda, pudiese deberse a que ni tan siquiera se percatasen que quedaron percebes en el plato).