Can Lluc en Deià

La comida, variada, pero no demasiado allá. Es un chiringuito de playa, pero en un entorno privilegiado. El problema es llegar allí, que te puede costar un infarto por el acceso poco preparado, lejano. Además, Cala Deyá está impracticable por la masa de gente que la invade cualquier día del año, por lo visto.

¡Qué lugar! Gran terraza en la bahía. (No he probado la comida)

Nuestras expectativas fueron superadas. El salmón y las langostas estaban muy sabrosos, frescos y se servían rápidamente. El personal era extremadamente amable y también hablaba inglés. La relación precio-rendimiento es correcta. Además la vista era hermosa. ¡Volveríamos a venir!

Hemos vuelto después de unos años. Está vez llegamos navegando y nos vamos con el mismo recuerdo que la primera vez. Simplemente fantástico. Servicio amable y rápido. El sitio tiene unas vistas impresionantes. Nosotros optamos por el pescado típico de la zona y de la temporada, la llampuga. La pesca de la llampuga se hace con unas artes de pesca tradicionales que se dejan flotando en la superficie con hojas de palmera y otros objetos que agregan las llampugas bajo su cobijo para luego poder pescarlas. Son típicas de final de verano cuando hay tormentas y relámpagos (llamps), de ahí su nombre. No dejes de probarlas si están disponibles porque son deliciosas. Acompañadas de ricas patatas fritas caseras y ensalada. De postre probamos la tarta casera de limón que estaba también riquísima. Este sitio es de visita obligatoria si vienes por Deià. Muchas gracias por todo! Volveremos sin duda!

Nos tomamos un zumo y un Aquarius mirando al mar. Es un sitio increíble. Lo único malo que la cala se ha llenado de algas y se te queda el zapato lleno de algas al ir al restaurante.

Pequeño restaurante justo en la bahía con una gran vista. 😍 Primero fuimos a nadar a la bahía y luego comimos algo en el restaurante para almorzar. Conseguimos una mesa enseguida y nos atendieron muy amablemente. ¡El servicio fue muy bueno! El personal de servicio es muy atento y puntual. Aunque es un restaurante pequeño, hay una buena selección de comida y bebidas (por ejemplo, ensaladas variadas, calamares, gambas, tortilla,...). La comida sabía bien y tenía un precio razonable.

La comida era excelente y la vista increíble. Recomendable reservar mesa nada más llegar a la playa.

Ambiente playero informal, excelente restaurante para acompañar un día de playa. Pudimos hacer la reserva personalmente.

Nos trataron muy bien, mucho movimiento. La sangria de cava buenísima, langostinos a la plancha y lubina buenísimos y por favor la tarta de queso, una pasada!! Muy recomendable.

Vistas espectaculares, comida deliciosa, pescado fresco a la brasa, compañía inmejorable, sangría fresquita, precios moderados y personal amable y super agradable. ¿Qué más se puede pedir? Ps: las tartas son un MUST