Can Canals en Campos

A destacar la tranquilidad que se respira ,mesa amplia y un número de comensales que no rompen la paz del lugar. En cuanto a la comida las cocas tardaron un poco pero para nuestra sorpresa estaban recién hechas, mereció la pena esperar. La lechones y el cordero deshuesados,tenían el punto perfecto y disfrutamos comiendo los. La tarta de queso muy intensa de sabor pero buena ,el único pero el recipiente donde la sirven ,se ha puesto de moda pero personalmente me gusta más la porción clásica. El servicio correcto,la camarera encantadora y profesional. El licor de mandarina una delicia.

Fuimos a comer con la familia. Eramos ocho. Bien. Servicio profesional, atento y amable.

El Can Canals Finca Hotel & Spa es un alojamiento precioso en una ubicación fantástica. Todo está impecablemente cuidado, limpio y se limpia a fondo a diario. Todo el complejo está diseñado con mucho cariño y ofrece dos piscinas impecables, ofreciendo un amplio espacio para relajarse. Lo mejor es que puede disfrutar de un completo desayuno buffet por solo 15 € por persona: fresco, delicioso y con una amplia selección. Para el almuerzo y la cena, hay un restaurante a la carta con excelente comida y un servicio amable. Aquí se sentirá como en casa y en buenas manos: ¡una recomendación absoluta para unas vacaciones relajantes en Mallorca! 🌴☀️

Nos alojamos aquí cinco días en septiembre. Dos adultos y nuestro hijo de 5 años. Ya nos habíamos alojado en la zona, en el Hotel Rural es Migjorn y en un Airbnb, y queríamos probar algo similar, pero con más opciones para adultos (spa/masajes) y un mejor restaurante. Sin embargo, diría que Migjorn supera a este lugar en casi todos los aspectos. No entiendo cómo este lugar podría considerarse un hotel de 4 estrellas y, personalmente, no lo recomendaría, aunque no es del todo malo. Aquí están los pros y los contras, en mi opinión: Ventajas: - Preciosos jardines muy bien cuidados, con olivos, árboles frutales y palmeras repartidos por las instalaciones. - Ambiente agradable alrededor del restaurante. - Dos piscinas preciosas, una con un estanque cerrado para bebés y una zona poco profunda para niños. - Muy buen desayuno. - Servicio amable, especialmente en el restaurante. - Terraza privada junto a la habitación. - Limpio. Desventajas: - Habitaciones anticuadas, por debajo del estándar. - No hay tienda ni cafetería, así que no hay opción de comprar bebidas, helados ni nada parecido para disfrutar junto a la piscina. (Un lugar así debería tener un bar/tienda de autoservicio). - La cena en el restaurante se centraba en carne y patatas fritas, sin opciones más ligeras ni ecológicas. - No hay nada que hacer para los niños, excepto pasear por el huerto. No hay zona de juegos ni nada parecido. - El agua del spa interior estaba tan sucia y viscosa que tuvimos que irnos nada más entrar. Había literalmente cosas flotando en el agua. ¡Qué asco! - Nuestra habitación tenía cocina americana, pero era imposible cocinar allí porque carecía de lo básico.

Quien tenga algo de que quejarse aquí está en el camino equivocado, servicio excelente y amable, el cocinero es legendario y la relación calidad-precio es increíble, los platos principales por 20 euros son un sueño, el vino de la casa Verdejo la copa 4,50 es imprescindible en Malle, volveremos.

Preciosa finca, nos sentimos como en casa desde el primer momento. Limpia y cuidada con esmero, y el personal amable. La comida del restaurante (2 almuerzos, 1 cena) y el desayuno fueron excelentes. Éramos cuatro y nos alojamos en el apartamento Moli y la suite Llevant. ¡Sin duda volveremos!

Finca, servicio y restaurante excepcionales. Un lugar fantástico para alojarse. Desayuno desde 8:30 todos los días. Realmente bueno. Todas las camareras son muy amables y siempre están al día con las bebidas y el servicio. La comida del restaurante es excelente. Los espaguetis a la carabonara son excelentes. Dos zonas de piscina. En una de ellas no tuvimos gente durante 3 días... ¡un lujo! Volveremos. El alojamiento está siempre limpio. Si tienes hormigas, no comas en el apartamento.

Una hermosa finca donde te sentirás como en casa. El restaurante es excelente. El personal es excepcionalmente amable.

La habitación era bastante grande y con una bonita terraza, disfrutamos especialmente de la ubicación en el campo y del desayuno.

Bonito lugar, tranquilo y relajado. La comida exquisita, tanto las croquetas como la sepia . Una paella increíble y unos postres que no desmerecen . Todo ello aderezado por un servicio encantador y amable . Un lugar al que seguro volveremos para disfrutar de nuevo .