Camping Rio-Mar Bar-Restaurant en Oliva

Siempre están hay, un buen sitio para disfrutar de una bebida frente al mar

Es la primera vez que venimos a este camping y solo puedo decir que no será el mejor, ni el más nuevo, lo que sí confirmo es que tiene una ubicación inmejorable, que está a pie de playa, que es genial para ir con perro y amigos, que Ximo "el director" se desvive por ver felices a los clientes, que hemos pasado un puente increíble, que en el restaurante se come bastante bien y que los camareros del restaurante son encantadores (gracias Loli, por el detalle de la tarta y vela). Un placer conocer este bello lugar, volveremos!!!

En primera línea con precios elevados

Y no nos cansamos, los arroces increíbles, la sepia a la plancha un espectáculo, buen ambiente y buen precio a pie de playa

Muy buen camping y muy bien mantenido Personal y restaurante excelente

hola, hemos estado en este camping varias veces, la verdad repetimos porque nos gusta mucho, el lugar, las instalaciones,la tranquilidad, el personal muy atento y amables, las chicas de la recepcion, Monica y Cris, saludos para ellas.

Genial como siempre! Limpio, cuidado, tranquilo, ... desde luego un sitio genial para unos días de relax

Estábamos cerca dando un paseo por el mar y paramos ha tomarnos una coca cola. En el chiringuito que tienen.

Comimos por primera vez en este restaurante que lleva Octavio y para picar tomamos unos escombros estupendos. Como plata fuerte nos preparó un guiso de bogabante y pescado, con buen sabor, pero que tenía demasiado pan. Creo que si le quitan ese exceso de pan quedaría un guiso muy bueno y original.

La verdad es que es un poco difícil hablar de este restaurante porque tiene cosas muy buenas, pero tiene otras que no lo son tanto y al final, puesto en una balanza, no sabes si debes inclinarte por una cosa o por otra, bueno empecemos y veamos hacía donde, según la opinión de los lectores se inclina la balanza. Llegamos el primer día a la playa y fuimos directos a este restaurante del camping debido sobre todo a las buenas opiniones que tenía en internet. En principio la verdad es que no esperábamos tener problemas para encontrar mesa, pero es verdad que los hubo, al final nos acomodaron en una mesa con la condición de que sobre las 15,00 horas la dejáramos libre que era cuando estaba reservada, así lo hicimos y cumplimos y el café y la copa la tomamos en una barra exterior que tienen. Como cortesía y nosotros lo agradecimos, nos invitaron al café y a los chupitos. Comimos bien, unas almejas, unos escombros (chopitos) y una paella para cuatro, aquí vino el primer digamos desencuentro, le preguntamos como eran de abundantes la raciones y la persona que nos atendió, nos dijo que eran eso, raciones por persona, ya sabemos muchas veces los que solemos comer en restaurantes, que hay veces que la raciones son abundantes y que hay que pedir para menos comensales con el fin de que no se tire después comida, al final sobró paella porque la raciones eran abundantes, creo que ese fue un error del camarero. Al día siguiente encargamos para llevar a casa una fidegua y he de decir que estaba exquisita, como detalle, se fiaron de nosotros y no hubo que depositar ninguna fianza por la paellera, eso si, después de comer se devolvió bien limpia, sé que hay muchos sitios que prefieren que no se las devuelvas así para no rallar la paellera, pero he de decir que nosotros tenemos mucha experiencia en ese tema y se lavan con mucho cuidado. Hasta aquí, más o menos todo bien, pero el último día patinaron un poco. Tienen un menú de 16 euros, a mi me parece un poco subido de precio porque no entra la bebida y después te dan a elegir entre postre o café, bien vale, lo ponen en la pizarra y no engañan a nadie, el problema viene cuando tu pides vino con casera para hacer un tinto de verano y cuando viene la cuenta, miras y ves que te cobran el vino por un lado y las caseras por otro, con lo cual de tinto de verano tiene poco y te quedas ojiplático cuando ves que te cobran por una botella de vino tinto peleón, tampoco se pretende otra cosa, 14 euros que es una pasada, sobre todo teniendo en cuenta que en días anteriores se pidió vino blanco de rueda, que estaba muy aceptable por cierto y la botella costaba 15 euros, sinceramente no creo que sea lo mismo un vino tinto para mezclar sin denominación de origen siquiera y peleón, que un vino de Rueda. Sobre el servicio, pues es mejorable, hay dos chicas jóvenes que son un encanto, sobre todo una de pelo rubio que creo que es Lituana que es una superprofesional, pero hay otros camareros/as que parecen tener desgana en atenderte. Creo que tienen cocina y lugar como para triunfar mucho más si cuidan los pequeños detalles y alguna atención por parte de alguna parte, (valga la redundancia) de parte del personal. Esto en una crítica para intentar ayudar a mejorar y como tal quiero que se tome, de hecho, mi valoración personal es positiva