Caluana en Madrid

El restaurante estaba precioso, con la decoración del árbol de navidad y rosas artificiales enredadas en pared y techo. Las luces tenues en los salones hacen que se sienta un ambiente bastante romántico y tranquilo. La reserva la hicimos para 6 personas, 4 adultos, 1 joven y 1 bebé, el tamaño de la mesa fué adecuado. Asistimos a las 13hrs y fué genial porque no estaba lleno. Dan 15 minutos de espera para la reserva. Al entrar nos dijeron que contábamos con 2 horas y faltando 5 minutos para cumplirse el tiempo, nos recordaron que ya se acercaba la hora. Al salir ya no pudimos pasar por el salón Olivar por un evento privado, por eso tuvimos que salir por su coctelería que se llama Maldita Gioconda, esto significó muuuuchas más escaleras. Cómo recomendación para el restaurante, amenizar un poco más esas escaleras para no sentir que va saliendo por la puerta de atrás a escondidas, teniendo en cuenta el nivel del restaurante. Cómo anotación podría resaltar que la calefacción es bastante buena, por lo que recomendaría no ir con varias capas de ropa. Otra observación es que no vi trona para bebés y bueno, tampoco nos la ofrecieron. También que cuando mi celular se iba a descargar, me ofrecieron ponerlo a cargar pero sin poder usarlo. En general la atención fue muy buena, la comida muy rica y el restaurante muy muy lindo. No doy 5 estrellas por las observaciones ya dichas.

Espectacular sitio, el ambiente muy bonito, acogedor y romántico. La comida estaba muy buena y la atención a la altura. Muy buen trato. Uno de los sitios a los que volveremos! Muy recomendable…

Comida muy buena y un servicio espectacular.

La atención de los camareros muy buena, a nosotros nos atendió Cristian.

El sitio espectacular, muy bonito. La comida muy, muy buena...nos sorprendió la croqueta de tortilla de patata, una delicia... L@s camarer@s muy atentos Un 10, la verdad.

Precioso restaurante que originalmente era un templo Tiene dos comedores uno en la planta de arriba y otro el principal a pie de calle , además cuenta con una zona de copas en la parte baja . Los platos que comimos muy ricos Tienen carta bastante variada, los camareros que nos atendieron muy amables , lo único que no me gustó mucho la iluminación del comedor muy oscura por lo demás todo perfecto Muy recomendable

Todo exquisito. Recomiendo el restaurante para una ocasión muy especial

Siempre quise visitar este lugar, incluso antes de ser el actual restaurante. Lo cierto es que el lugar es muy bonito pero, sinceramente, tampoco es para tanto, sobre todo porque han puesto las lámparas colgadas de tal manera que te impiden ver el sitio en todo su explendor. En cuanto a la comida, pues bueno, bien. Estaba buena, pero no es ni lo mejor ni lo más sabroso que he comido en mi vida. La lasaña de rabo de toro, que pidió mi mujer, estaba muy buena y venía una cantidad aceptable; yo pedí el ciervo con duxele de boletus que, si bien estaba bueno, era una ración bastante escasa y, de hecho, me salí del restaurante dispuesto a comer algo en otro lado. No volveré, pero no porque el sitio sea malo, que no lo es, si no porque hay más sitios por descubrir y, sinceramente, tampoco me pareció el mejor lugar del mundo.

El sitio muy bien ambientado y lo mejor Diego, nos ha aconsejado muy bien

El sitio está muy bonito decorado, la comida está muy buena, queríamos tomar cócteles en la zona de abajo pero estaba reservado para un grupo cosa que no nos gustó mucho, creo que todo el mundo deberia poder utilizar todos los espacios. Diego camarero atento y muy simpático merece reseña.