Cal Ton en Vilafranca del Penedès

Recuerdo una vez anterior con la comida de mejor calidad.

Lugar familiar, la comida es excelente, al igual que la carta de vinos, el servicio cálido y amable. Las dos noches que comimos allí, el lugar estaba abierto especialmente, un gran placer. Si vas, prueba el menú de prueba y pregunta por recomendaciones de vinos locales.

Comida familiar muy agradable. Escogimos el menú de 38€ (mas bebidas y cafés aparte) y los 5 entrantes excelentes y el segundo quizás un poco justo (el redondo de ternera). Los postres exquisitos. Recomendaría los canelones y el calçot con remolacha. El servicio algo lento, pero encantador El lugar es muy acogedor para una comida tranquila

Es comida un poco de diseño con mezcla de sabores pero en general bueno

Excel•lent! Vam fer el Menú Cal Ton i era el primer cop que hi anàvem. El servei i el menjar és ideal, ambient molt acollidor i amb ganes de tornar-hi.

Todo muy bueno. El trato excelente y muy simpáticos. La carta con elaboraciones y mezclas sorprendentes y muy ricas!

Hoy hemos comido en este restaurante situado en Vilafranca del Penedés. Local agradable con un patio interior cubierto muy acogedor. Servicio amable y eficiente. Hemos optado por el menú Can Ton (se adjunta foto) en el que hay unos entrantes a compartir y se ha de escoger el segundo y el postre. De segundos hemos escogido el redondo de ternera cocinado a baja temperatura con "trinxat" de trompetas y pies de cerdo con shitake y pera al vino. De postre hemos escogido el helado de turrón con piña y pedro ximènez. Tanto los entrantes como los segundos y los postres muy correctos con muy buena calidad del producto, presentación y elaboración. Se ha echado en falta un poco más de cantidad en los entrantes . En el menú entraba el vino de la casa pero no el agua que costaba 3,30 una botella de litro y medio lo que no me parece correcto. Asimismo los chupitos a 2,50 me parecen excesivos. Total factura con dos cortados, un agua y dos chupitos 88,20 euros.

Una meravella. Hem anat a dinar entre setmana. No nomès l'ambient és preciós, sino que el menú ens l'han adaptat a les moltes intol·leràncies alimentaries que teniem (gluten, lactosa, carn i peix cru, alcohol...), i a més amb un servei personalitzat i atenció exquisita. I per a exquisit, el menú: molt ben elaborat, amb carinyo, ben enplatat i amb bon gust. Espero haver-hi de tornar.

La experiencia fue buena pero por debajo de las expectativas, especialmente dado el precio.

Comida muy exquisita ..está vez pedí para llevar