Cal Lluis 1887 en Sant Martí Sarroca

Tiene excelentes platos de comida, y muy buen servicio.

Comida gourmet ,para disfrutar en tranquilidad, y con una gran experiencia y explosión de sabores de un gusto exquisito

El otro día fuimos a este restaurante con una terraza súper agradable. La carta es enorme, tienen un montón de vinos y diferentes tipos de fondues, raclettes, además de tablas de quesos, foies, patés y embutidos. Nosotros pedimos la tabla de foies, la de embutidos del Penedés y la fondue Cal Lluís, que lleva huevo batido dentro y jamón de pato aparte. ¡Todo estaba riquísimo! Rematamos la cena con un sorbete de melocotón de la viña, recomendado por el dueño. ¡ESPECTACULAR! El dueño nos aconsejó durante toda la cena, y menos mal, porque estábamos a punto de pedir media carta. Definitivamente volveremos para seguir tachando cosas de nuestra lista.

Lugar perfecto para cenar en pareja o amigos. Tienen una terraza preciosa donde disfrutar de una fondue o raclette y unos embutidos. Nos encantó y volveremos. Además esconde hasta mas de 300 vinos para poder disfrutar del que tu quieras

Local ideal para degustar una fondue. No encontrará sitio mejor. Buena carta de vinos y espumosos. Mención especial en el helado de melocotón de vid. Buen servicio. Pruébelo si no lo conoce.

Primera vez que íbamos. Cenamos bien pero algo lentos. Me voy a contar. Entramos a las 9 en punto de la noche. Apenas acababan de levantar persianas. De hecho fuimos 3 tablas las primeras en entrar. Amabilidad a la hora de indicarnos nuestra mesa, amabilidad a la hora de darnos la carta para escoger que cenar......y media hora para tomar nota de lo que queríamos. Unos 15/20 minutos para llevarnos el vino y otros 15/20 minutos para llevar el primer plato, dos tostadas calientes. Y una vez terminadas las tostadas otros 20/25 minutos hasta la foundi. Durante ese tiempo el restaurante fue llenando mesas y todo el mundo esperando. Nada que decir de la comida, las tostadas y la foundi buenos, de la amabilidad del propietario y del camarero (un chico joven). Pero el tiempo de espera por nosotros fue excesivo. Entramos a las 9 de la noche y salimos después de tomar el café y pagar a las 3/4 de 12 de la noche.

Un sitio con encanto, donde sentirse como en casa, disfrutando de buena materia prima. Grandes fondues, foies y vinos, maridado con un servicio inmejorable de Lluís. Sin duda es necesario volver a probar otras opciones que ofrece su carta.