Cafetería San Vicente en Palma de Mallorca

Me recomendaron para ir a comer Pamboli y la verdad es que no fallaron. Espectacular, buena atención buen precio y buena calidad. Tienen mucha comida mallorquina típica y la verdad es que todo tenia buena pinta Repetiremos

He tomado una pizza, casera, sencilla…pero estaba muuuy buena! Tiene ese encanto que no se puede comprar…volveré 100%! Trato genial! Un 11

La comida no está mal, es comida batallera pero está buena. Dónde falla es en el precio, para lo que es, lo considero un poco caro.

Acabo de comer en este restaurante y he ido muchas veces. Se come bien y siempre t ponen tapas. Pero la camarera del mostrador debería de hacer un poder por ser algo más simpática. No es q trate mal a la gente pero un negocio se labra con el buen trato y a esta chica le falta mucho de esto. Creo q de propinas ganarán poco con esta chica. Hay veces q hay otra chica en el mostrador que debe ser de su familia por que es igual de antipática que ella. En fin un cambio no vendría mal pero ellos allá

Llegamos y aun no nos habiamos sentado y la camarena nos pidio que queriamos. Le dijimos un momento que nos sentemos todos. Y la contestacion fue muy desagradable, de echo se marcho y no volvio a la mesa. Itros compañeros nos atendieron. No hay profesionalidad ni educacion. No volveros nunca mas. Otro sitio al que no volveremos por falta de aducacion y servicio

A primera vista, la cafetería San Vicente no parecía gran cosa. Desde fuera, su fachada algo descuidada me hizo dudar si entrar o no. Sin embargo, decidí darle una oportunidad y, para mi sorpresa, el interior contaba con un ambiente mucho más acogedor y limpio de lo que imaginaba. El personal fue amable desde el primer momento, lo que ayudó a cambiar mi impresión inicial. Pedí un cortado, que llegó en su punto justo: café intenso y leche bien espumada, ideal para una pausa a media tarde. Lo que realmente me conquistó fue la vitrina de postres, especialmente una tarta de queso con arándanos que se veía espectacular. No pude resistirme y pedí un trozo. La textura era cremosa, con un ligero toque ácido del arándano que equilibraba perfectamente el dulzor del queso. Además, venía acompañada de un poco de nata que complementaba muy bien el conjunto. Sin duda, fue una grata sorpresa. A veces, las apariencias engañan, y esta cafetería es un buen ejemplo de ello. Volvería sin dudar, sobre todo para repetir ese delicioso trozo de tarta. Ideal para quienes buscan un rincón tranquilo donde disfrutar de buen café y mejores postres. Muy recomendable

Pedazo plato de patatas con queso. Volveremos :) Teníamos que gritar para oirnos entre nosotros jajaj

Es nuestro restaurante de confianza, buen trato ,buena comida y buen precio 👍

Lugar bueno, bonito y barato. El café esta bastante bueno y la comida tambien. Destaco el pepito San Vicente que está riquísimo!

Frito de marisco muy bueno pero con matices...mejillones sucios y algunos con cáscaras y pelos...tortilla muy sosa y seca...pan raro