Cafeteria Far Formentor en Pollença

Espacio muy atractivo, se junta la altura, las montañas, el mar y parece todo de cuento , va mucha gente a ver la puesta de sol

Si te gustan las curvas (de la carretera, no de la vida amorosa), el Mirador del Cap de Formentor es para ti. Para llegar, primero debes sobrevivir a una carretera llena de giros imposibles, conductores con ganas de rally y ciclistas que parecen sacados del Tour de Francia. Pero tranquilo, que al final la recompensa vale la pena. Cuando por fin llegas, te encuentras con un paisaje que parece sacado de una postal de lujo: acantilados imponentes, el mar azul infinito y, si tienes suerte, un cabrito mallorquín posando para la foto (o robándote el bocadillo). Eso sí, el viento aquí tiene doctorado en despeinar turistas, así que si llevas gorra, dale un último adiós antes de que salga volando a Menorca. El mirador es perfecto para selfies épicas y declaraciones de amor dramáticas (“Si me dejas, me tiro… bueno, mejor no”). Eso sí, evita ir en agosto si no quieres compartir la vista con medio planeta, porque entre coches, buses y curiosos, el verdadero reto es encontrar un hueco donde respirar. En resumen, si sobrevives al camino, al viento y a los turistas, el Cap de Formentor te regalará una vista de ensueño… y una historia épica para contar.

Estuvimos aquí en marzo, fue posible aparcar y pasar un rato agradable. En temporada alta puede resultar muy difícil llegar, porque hay pocas plazas de aparcamiento y de junio a octubre se imponen severas sanciones a quienes se acerquen en coche.

¡Absolutamente recomendado como destino para un recorrido en bicicleta!

Amplia y fresca selección de comida. Baños limpios. El ambiente podría ser un poco más elegante para el faro. ¡Pero por lo demás el viaje vale la pena!

Lugar espectacular para visualizar el paisaje del Cabo de Formentera. Subida lenta, sobre todo si hay ciclistas. El el mismo faro difícil aparcar, con una cafetería self-service.

El lugar es bonito, no lo recomiendo por el peligro de la exagerada cantidad de ciclistas que hacen que llegar sea muy peligroso.

Incluso en marzo se recomienda llegar muy temprano debido al número limitado de plazas de aparcamiento. El faro es bonito, los alrededores tienen unas vistas preciosas. La cafetería es bastante cara, no conviene comprar souvenirs allí, son demasiado caros. En el camino de vuelta también en los pequeños rincones se disfrutan de hermosas vistas.

Si estás en Malle, definitivamente pasa por aquí. Incluso el viaje allí es un sueño.

Me pido un "café con leche" en esta única cafetería del lugar y escucho: "4,60 euros". Madre de dios, ni que tuvieran que meterse en la cocina a ordeñar a la vaca ni echarse a las espaldas sacos de grano molida por esas curvas... CLAVADA HISTÓRICA la metida en este lugar. PD: se salva la amabilidad de la chica, peeero no es normal estos precios 🤦🏻‍♂️