02/05/2025: Mis amigos y yo hemos tenido una experiencia única en el restaurante Casa Paco. Unos amigos vinieron el año pasado y quedaron enamorados de las landrecillas, así que nos convencieron para ir un grupo de 15 personas - siendo totalmente desconocedores de la experiencia culinaria a la que nos íbamos a aventurar.
Solo empezar nos entregan las cartas, algunas con precios distintas de otras, y pedimos las famosas landrecillas, entre otros entrantes, y los principales.
El camarero nos comenta que es posible que no haya landrecillas pero que iba a preguntar en cocina, generandonos un sentimiento de expectación y nerviosismo por igual. Afortunadamente, vuelve para informarnos que, efectivamente, hay, así que pedimos unas cuantas raciones para probar el famoso plato.
Mientras esperamos la entrega de los entrantes, el camarero vuelve para informarnos de que, aunque hayan landrecillas, el tiempo de preparación era demasiado elevado y que, para nuestra desdicha, no lo iban a hacer.
A pesar del dolor inicial, empatizamos con el camarero ya que somos un grupo grande sin reserva, así que pedimos otros entrantes como la tempura de champiñones, que estaba riquísima. De los entrantes, dos no llegaron a servirse y nos trajeron otro que no habíamos pedido, pero nos lo dejaron en la mesa para nuestro deleite.
Como bien dice su nombre, los entrantes tan sólo eran una antesala de lo que estaba por llegar.
Mientras llegan los entrantes, para nuestra sorpresa, aparece una camarera para preguntarnos por los cafés, a lo que amablemente le informamos de que todavía no hemos tan siquiera comido.
Llega el primer principal a uno de nuestros afortunados amigos, chipirones a la plancha, sabrosos y tiernos.
Mientras acabábamos los entrantes, el camarero vuelve a la mesa para informarnos de que el lagarto de ternera "se había ido", plato que habíamos pedido 6 personas. Como alternativa, 2 pidieron solomillo y los otros 4 pedimos los chipirones a la plancha que nuestro amigo estaba disfrutando, generándonos envidia debida a nuestra hambre.
Los 6 seleccionados de la experiencia, nos quedamos observando como nuestros amigos deboraban sus distintos platos, como el secreto grasoso incortable pero sabroso o el cordero con verduras que vinieron sin cordero ni verduras pero con chuletas y patatas fritas.
Pasado un rato de hambruna, aparece una camarera con nuestros chipirones. Fritos. No a la plancha, como pedimos, y le trajeron a nuestro amigo previamente. Se lo comunicamos a la camarera, la cual nos dice que "a la plancha no ha podido ser y esto es lo que hay". Ante nuestra incredulidad, apareció el camarero que nos tomó nota, para confirmar que hicimos el pedido correctamente, pero que, según él "en cocina hacen lo que quieren hoy". Y procedieron a llevarse los chipirones erróneos sin mediar más palabra.
Pasaron unos minutos de incertidumbre, en la que no sabíamos con qué nos sorprenderían, ni siquiera si nos traerían la comida.
Cuando llegaron los solomillos pero no los chipirones, la incertidumbre se convirtió en miedo, así que decidí levantarme para ir a la barra a preguntar al camarero cuál era el estado de nuestros chipirones a la plancha. El camarero, honesto como es, me comentó que no quería ir a la cocina porque no quería ni hablar con las cocineras, así que tuvo que ir otra camarera a buscar a una cocinera. Ésta directamente me dijo que chipirones no habia, pero que si quería podía hacernos unas sepias a la plancha.
Los 4 desafortunados nos fuimos del restaurante antes de hora para comer en otro establecimiento, mientras nuestros amigos acababan sus platos.
Al acabar y pedir la cuenta, la camarera solo trajo un papel con la cifra a pagar escrita a mano.
Si me preguntan si recomendaría casa Paco después de nuestras más de 2 horas de experiencia, la verdad es que de la comida no puedo decir mucho ya que no comí, pero si queréis vivir en persona un capítulo de Pesadilla en la cocina, no hay lugar mejor.
22/04/2025: Comida casera 100 x 100 y a un precio muy asequible.
Como en casa.
Desde que tienen a la cocinera actual la comida ha mejorado mucho, tanto en calidad como en cantidad.