La comida normal, nada fuera de lo común. A los postres pedimos Café irlandés y nos llevamos una gran decepción, pues no separaron el café del whisky, además en lugar de presentarlo con el azúcar moreno ya mezclado y quemado con el alcohol, nos pusieron un sobrecitó de azúcar aparte. Eso sí, un buen correo de nata de bote. Una decepción para ser del Corte Inglés. Menos mal que al menos no fué muy caro.