cafeteria El bigotes Alicante en Alicante

Ayer conocí por primera vez el restaurante El Bigotes, pasó mucho por la puerta pero nunca me había fijado, ayer comimos unos amigos y me llevé una agradable sorpresa, todo está muy bueno y de gran calidad y el sitio tiene un estilo a los años 70 que me trajo buenos recuerdos, además en el interior tiene un patio muy agradable. Javier y su esposa dos bellísimas personas.

Un restaurante muy muy bueno, es un restaurante familiar con buen ambiente en el patio, el dueño es muy amable, muy simpático y amable. Cuando ves el restaurante desde fuera piensas que no entras pero es cocina típica española. La comida estaba muy sabrosa, recién preparada, muy recomendable.

Desde que lo conocí por casualidad, es mi primera opción. Excelente calidad de producto y un trato exquisito por parte de Javier, gran persona y excelente profesional del gremio hostelero. Volveré una y mil veces, seguro.

Espectacular! La comida está muy rica y el trato es buenísimo! Estuvimos celebrando una comida de muchos amigos y quedamos todos contentos!

Recomendable 100%.La carne deliciosa,y la torrija la mejor que he comido en Alicante.Excelente calidad/precio,y un servicio muy rápido y amable.Volveremos sin duda

Una familia encantadora, nos ha gustado mucho, todo buenísimo, volveremos a probar más cosas, todo tiene muy buena pinta, muchas gracias

La mejor sopa castellana que he comido.

Hemos ido varias veces a este sitio a comer y cada vez que vamos es mejor. Javier, el dueño, es el típico tiarrón castellano con un sentido del humor socarrón y guasón, pero un trozo de pan en el fondo. Siempre nos ha tratado exquisitamente aunque alguna "colleja faltona" nos hemos llevado... En fin, que nos lo pasamos genial con él. Respecto a la comida, lo ultimo que hemos descubierto ha sido el lechazo (por encargo) comido con las manos, como Javier dice que se debe hacer. No seré yo el que le diga que no. Daban ganas de llorar de lo bueno que estaba. En mi vida he probado una carne así (y he probado muchas). Y es que la mujer de Javier tiene una mano para la cocina espectacular. También probamos la mejor sopa castellana (qué cosa más buena por favor) y rematamos con unos huevos rotos con picadillo de toma pan y moja. Finalmente no podían faltar las torrijas caseras que es imposible saltárselas. Todo ello bien regado con un cosechero brutal que Javier trae de Valladolid, su tierra natal. En fin, que no puedo esperar a ver con qué nos sorprenden la próxima vez. Ah. Muy recomendables los menús de cuchara que tienen entre semana. Cocina casera 100% sin tonterías.