13/03/2025: Ambiente increíble con interiores encantadores. Se siente como si hubiera entrado en China. La comida está al siguiente nivel. Mi esposa y yo disfrutamos hasta el último bocado. Ojalá tuviera una barriga más grande 😜
12/03/2025: Cenar en Dragon Kitchen en Toledo fue nada menos que una revelación. Cada plato fue un golpe maestro de sabor, equilibrio y especias audaces: una experiencia que trascendió las expectativas y deleitó los sentidos de principio a fin.
Comenzamos con las alitas de pollo, que llegaron relucientes y doradas, y su piel crujiente dio paso a una carne tierna y suculenta con una mezcla de especias maravillosamente compleja. Notas de pimienta de Sichuan y chile floral bailaron en el paladar, dejando un final cálido y hormigueante que fue profundamente satisfactorio sin abrumar los ricos matices umami del plato.
La sopa de pollo y champiñones era una delicia aromática y reconfortante: champiñones terrosos bañados en un caldo sedoso mezclado con toques de jengibre y hierbas aromáticas. Hubo un calor suave que floreció lentamente, permitiendo que los delicados matices de la sopa brillaran sin dejar de brindar la especia que habíamos solicitado (y con la que fuimos gloriosamente recompensados).
La estrella de la mesa, sin embargo, fue el arroz frito con pato: una sinfonía de texturas y sabores. Tiernos y ahumados trozos de pato mezclados con arroz perfectamente condimentado, besados con una sutil especia floral que le dio a cada bocado un toque exótico. Capas de anís estrellado, cinco especias y un susurro de ralladura de cítricos lo hicieron absolutamente inolvidable.
Para acompañar la comida, tomamos una sangría que era tan vibrante y tentadora como el sol de Toledo: afrutada, lo suficientemente dulce y maravillosamente equilibrada, que combinaba sin esfuerzo con los sabores atrevidos de nuestros platos.
Lo que realmente elevó la experiencia fue nuestro excepcional camarero, un toledano de segunda generación cuyo orgullo por su ciudad y su herencia culinaria era tan palpable como contagioso. Su profundo conocimiento del menú y sus atentas recomendaciones nos guiaron hacia una experiencia gastronómica impecable. No solo nos sirvió: nos recibió, enriqueciendo la velada con conocimientos locales y hospitalidad genuina.
Toledo, con su historia en capas y su alma multicultural, ha sido durante mucho tiempo un lugar de fusión y sabor, y Dragon Kitchen es un ejemplo brillante de ese espíritu. Una visita obligada para cualquiera que busque una comida tan atrevida, compleja y conmovedora como la ciudad misma.