Cafe Restaurante Monte Naranco en Oviedo

Comida deliciosa. Servicio lento y camareros bordes. Poco orden para un restaurante así.

El mejor sitio para comer un buen cachopo.

Una de las mayores ventajas de que no esté en el centro de la ciudad es que siempre es bastante rápido el servicio. Sus raciones son correctas aún cuando le falta gracia a sus presentaciones. En el comedor deberían tener un extractor de olores más potentes y sin duda la atención es agradable. Son de los que cobran el bollo de pan a un euro y aún cuando sus cachopos son potentes y deliciosos, su carta no tiene mucha variedad de platos asturianos; es realmente un "cachopería" en toda regla. Repetible.

Vajo mucho de la última vez , hace 3 años muchísimo mejor , no se que pasó, de ser bueno a ser casi malo

Buen trato del personal y muy económico.

Siempre que vamos a Oviedo pasamos por aquí... Tienen de todo y todo rico... Servicio rápido y amable!!

Buen menú del día para toda la semana. Cualquiera de los cachopos está bueno sin embargo los he probado mejores. El servicio rápido y eficiente.

Lo mejor Siempre que vengo a Oviedo Cantidad calidad y precio Tenéis que venir pero con hambre Lo peor es que te cobran 3€ si les pides kechu

Buenísima comida, excelente servicio, muy buen precio...he viajado y conocido muchos sitios...y cómo este pocos !!! Si volvemos a Oviedo, repetiremos seguro....

Excelente. Platos abundantes, comida típica y buena atención. Desde fuera no parece la típica sidrería, de esas que adornan para que los turistas entremos, pero fuimos por recomendación y de momento es lo mejor que hemos comido en Oviedo. Probamos la ensalada de nueces. Es un plato colmado de canónigos acompañados de pasas, nueces, queso de cabrales, queso de cabra semi duro y tomates, aliñado con vinagre de modena. También pedimos picadillo. Es como el relleno de una chistorra pasado por sartél y con un toque se salsa de cabrales. Viene con guarnición de papas. Por último el cachopo. Pedimos un gigante porque la diferencia de precios vale la pena. Pedimos el de cecina y cabrales. Era tan grande y con tantas papas que no pudimos terminarlo,pero disfrutamos cada bocado. Sin duda repetiríamos.